Actuar en las cabeceras y cauces de los ríos para elevar la capacidad de la naturaleza de absorber y retener agua es fundamental para evitar que cuando llueve de forma torrencial lleguen grandes cantidades de agua de golpe a zonas urbanas sorprendiendo a la población y, con ello, causando fallecimientos.
Lluvias como las que acaban de arrasar las provincias de Valencia y Albacete, que han dejado de momento 64 fallecidos y al menos 5 desaparecidos, y que se refuerzan con el calentamiento del mar, pueden ser más frecuentes según el investigador del Instituto de Ingeniería del Agua y Medio Ambiente (IIAMA) de la Universidad Politécnica de Valencia, Miguel Martín.
Devolver la morfología natural a los ríos
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Devolver su morfología natural a los ríos, en muchos de los cuales han desaparecido los meandros, también ayudaría a suavizar las avenidas de agua. «Se trata de devolver a la naturaleza parte del espacio que le hemos quitado para que el agua pueda filtrarse antes que canalizarse de forma tan brusca», ha apuntado la también investigadora del IIAMA Carmen Hernández. Mantener los barrancos limpios es otra medida que los expertos consideran esencial para minimizar los daños provocados por inundaciones, pues permite evitar, por ejemplo, que colapsen puentes por la acumulación en sus pilares de material sólido arrastrado por el agua.
Trabajar en los cauces para minimizar daños
En opinión de Martín la solución no pasa por la construcción de más embalses que, en caso de lluvias tan torrenciales, tienen una capacidad de laminación limitada y más que aliviar la situación, pueden elevar los riesgos. A modo de ejemplo, ha explicado que las lluvias afectaron al río Magro, concretamente a una zona entre Requena y Utiel en la que está el embalse de Forata, con capacidad para almacenar 37 hectómetros cúbicos, y que en solo siete horas pasó de contener 5 hm³ a su máximo. En estos casos, los embalses deben ser «aliviados», o lo que es lo mismo, tienen que soltar agua, porque no hacerlo conlleva riesgo de desbordamiento o, en el peor de los casos, colapso.
Manos a la obra
Trabajar en el cauce de los ríos para evitar los picos de agua es esencial para salvar vidas y minimizar los daños causados por las inundaciones. Devolver la morfología natural a los ríos y mantener los barrancos limpios son medidas clave para suavizar las avenidas de agua y proteger a las comunidades.
Fuente: efeverde.com