
Archivo: El Solidario. Vecina observando un generador
La Cañada Real tuvo luz durante el apagón porque llevan cuatro años sin suministro general y saben qué hacer cuando las posibilidades se reducen a la autogestión.
Esta situación fue llevada llevada al cine en 2023 por Gillermo García en el corto ganador de un Goya «Aunque es de Noche» y actualmente, convertido el corto en el largometraje «Ciudad sin sueño«, opta a una palma de oro en el Festival de Cannes en la Semana de la Crítica.
A través de los ojos de Tomi, su protagonista, somos capaces de entender qué supone ser el margen del margen y vivir con velas. Hoy, además de esa mirada de Tomi que García consiguió captar y transmitir, tenemos la experiencia del apagón del lunes.
Ahora sólo queda que seamos capaces de imaginar que esa experiencia es durante cuatro años: con sus inviernos y veranos respectivos, con sus lluvias y vientos, con la impunidad que dan las noches a oscuras.
Asociación Cultural de Mujeres Tabadol
La presidenta de la Asociación Cultural de Mujeres Tabadol del sector VI de la Cañada Real Galiana, Houda Akrikez, ha explicado cómo vivieron el apagón de este lunes: con sentimientos encontrados, sorpresa por el revuelo causado ante una situación que 4000 vecinos llevan aguantando (entre ellos 1800 niños) durante cuatro años y con dolor porque al final del día volvió la luz para la mayoría de la población y no para ellos.
«Fue como si, por un instante, toda España sintiera lo que nosotras vivimos a diario. Pero también fue doloroso porque, al final, todo volvió a la normalidad para ellos, y para nosotras no cambia nada. Seguimos igual, en la oscuridad, con velas, con baterías, como si no existiéramos», ha expresado Akrikez.
Realojos y vuelta del suministro
En la actualidad, según explica, la solución al problema de la falta de luz en la Cañada Real Galiana está «muy parada». «Los realojos avanzan de forma muy lenta y sin transparencia. Muchas familias no saben nada de su futuro. Hay reuniones, sí, pero no se traducen en mejoras reales. Seguimos viviendo sin luz, sin certezas, sin soluciones», lamenta.
Mientras tanto, asegura que siguen «resistiendo con dignidad», sosteniéndose entre vecinas y buscando alternativas por su cuenta.
«Porque si nosotras no nos cuidamos, no lo hace nadie» concluye la presidenta.