En su reciente visita a África, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha reafirmado su visión de la migración como una necesidad para el desarrollo y la sostenibilidad de España, destacando la importancia de regular y ordenar este proceso en beneficio de todos. Sin embargo, el líder del Partido Popular (PP), Alberto Núñez Feijóo, ha lanzado críticas infundadas, acusando a Sánchez de «fomentar un efecto llamada» a la migración irregular.
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Feijóo, en un discurso que desconoce la realidad migratoria global, ha intentado equiparar las políticas de Sánchez con una promoción irresponsable de España como destino para migrantes. Lo que ignora es que el enfoque de Sánchez está alineado con los principios de solidaridad y racionalidad, reconociendo que la migración, cuando es regulada y justa, es una fuente de riqueza y progreso tanto para los países de origen como para los de destino.
Sánchez ha subrayado que la creación de 250.000 empleos para migrantes legales es una medida necesaria para el sostenimiento del sistema de seguridad social en España, un paso que el PP, con su retórica antiinmigración, rechaza.
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