La laguna de Santa Olalla, la última laguna permanente del espacio natural de Doñana, ha secado por completo por tercer año consecutivo debido a la intensa sequía y la sobreexplotación del acuífero. Esta situación crítica ha generado preocupación entre científicos y conservacionistas, quienes advierten sobre el impacto en la fauna y la flora del parque.
Santa Olalla, la mayor de las más de 3,000 lagunas del sistema lagunar de Doñana, cerró el verano en una situación crítica, prácticamente seca y con solo una lámina superficial de humedad residual y barro. Según la Estación Biológica de Doñana (EBD-SIC), esta situación no se había registrado desde que comenzaron a tomar datos hace 50 años.
Algunos motivos
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Se observó que este hecho afectaba más a las lagunas más cercanas a los cultivos de regadío intensivo y a la localidad de Matalascañas. Y gran parte de las lagunas que existen tienen parte de invadida por vegetación terrestre.
La tragedia para los más pequeños
La situación tiene impacto sobre la fauna y flora de Doñana, en particular, sobre su comunidad de anfibios y reptiles acuáticos, especialmente vulnerables.
La desaparición de la laguna de Santa Olalla tiene un impacto significativo en la biodiversidad del parque, afectando tanto a la fauna como a la flora. Las lagunas de Doñana son esenciales para la supervivencia de numerosas especies, y su desaparición pone en riesgo la estabilidad del ecosistema.
Fuente: elplural.com