Pilar 
Eurodiputada Irene Montero / Toma Europa Press / El Solidario
La eurodiputada Irene Montero irrumpió en un acto de reparación histórica organizado por la Iglesia católica, gritando consignas junto a víctimas de los reformatorios franquistas, mientras la ministra de Igualdad, Ana Redondo, observaba en silencio.
El evento, celebrado en la Fundación Pablo VI de Madrid, buscaba pedir perdón a las mujeres que sufrieron abusos en el Patronato de Protección a la Mujer (1941-1985). Sin embargo, decenas de víctimas, apoyadas por Montero, lo boicotearon al grito de «¡Ni olvido, ni perdón!», exigiendo verdad y justicia en lugar de disculpas simbólicas.
Montero, exministra de Igualdad, acudió sin aviso y se sentó cerca de Redondo, su sucesora, quien abandonó el acto sin intervenir. Las víctimas denuncian que la Iglesia oculta información sobre robos de bebés y torturas en estos centros, gestionados por órdenes religiosas durante el franquismo.
Fuentes de Igualdad cuestionan la presencia de Montero, recordando que no se reunió con las víctimas durante su mandato. La eurodiputada, en cambio, anunció que Podemos pedirá una comisión de investigación para esclarecer los crímenes.
El incidente refleja la división en la izquierda sobre cómo abordar la memoria histórica. Mientras unas voces piden gestos de reconciliación, otras exigen responsabilidades judiciales. ¿Puede haber perdón sin justicia? El debate sigue abierto.
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