Presionado por la ultraderecha, Macron cede y rechaza nombrar un gobierno de izquierda en nombre de la «estabilidad institucional».
Ebony Viola 
Archivo: Redes Sociales
El presidente francés, Emmanuel Macron, se negó a nombrar a Lucie Castets, la candidata de la coalición de izquierda «Nueva Frente Popular», como primera ministra. A pesar de que este bloque ganó las elecciones legislativas de julio, no logró una mayoría absoluta en la Asamblea Nacional.
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Acusación de autócrata
La respuesta del bloque de izquierda fue contundente: acusaron a Macron de autócrata y anunciaron que presentarán un pedido de destitución. Jean-Luc Mélenchon, líder del movimiento Francia Insumisa, calificó la situación como «excepcionalmente grave» y subrayó la necesidad de una respuesta rápida y firme por parte de la sociedad y la política francesa.
Este conflicto refleja las profundas divisiones políticas en Francia, exacerbadas por las recientes elecciones, donde la izquierda emergió como el bloque más grande, pero sin la mayoría necesaria para gobernar por sí sola. La crisis plantea interrogantes sobre el futuro político del país y la capacidad de Macron para mantener la estabilidad en medio de crecientes tensiones.
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