
Imagen: publico.es. El Solidario. Foto de archivo de una mujer con un cartel de 'Yo sí te creo'.
Un alarmante informe revela que más de la mitad de las mujeres de 18 años en Barcelona ha experimentado alguna forma de acoso sexual. Este fenómeno, que afecta gravemente la seguridad y bienestar de las mujeres, persiste en diversos entornos urbanos, especialmente en el transporte público y áreas de alta concurrencia.
Según diversas investigaciones realizadas en la ciudad, el 57% de las mujeres que utilizan habitualmente el transporte público ha sido víctima de acoso sexual. Esta cifra alcanza niveles aún más altos entre las mujeres jóvenes de entre 16 y 29 años, con un 91,6% de ellas que afirman haber sufrido algún tipo de acoso en el metro o autobuses en los últimos dos años.
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Los acosos se producen principalmente en horarios de mayor afluencia, pero también se dan en momentos de menor concurrencia, cuando las víctimas se sienten especialmente vulnerables debido a la baja visibilidad y la soledad.
El transporte público es, de hecho, el escenario más frecuente de estos ataques, con el metro de Barcelona destacándose como el lugar donde se registra el mayor volumen de casos. En este contexto, el comportamiento invasivo de los agresores se manifiesta en forma de comentarios, tocamientos no deseados y miradas intimidantes.
La falta de medidas de seguridad adecuadas en algunas áreas del transporte público y la escasa denuncia de estos incidentes contribuyen a la normalización de este tipo de violencia.
Salir sin miedo
Además, la percepción de inseguridad entre las mujeres influye en su decisión de cómo y cuándo desplazarse. Un estudio reciente destacó que el 68% de las mujeres ha cambiado de medio de transporte por motivos de seguridad personal. Las preocupaciones sobre acosos sexuales son tan graves que afectan incluso las elecciones cotidianas de movilidad, especialmente por la noche.
Este fenómeno resalta la urgente necesidad de políticas públicas que garanticen la seguridad de las mujeres en los espacios públicos, desde la mejora de la iluminación en estaciones hasta la implementación de patrullajes más visibles y efectivos.
La sensibilización sobre el acoso sexual en el transporte público y en otras áreas es fundamental para que las mujeres se sientan seguras y respaldadas en su entorno urbano.
Mientras tanto, las mujeres continúan luchando por vivir sin temor en su propia ciudad, exigiendo medidas más eficaces para erradicar la violencia sexual.
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