El sacerdote peruano Gustavo Gutiérrez, principal exponente de la Teología de la Liberación, falleció a los 96 años el martes 22 de octubre. La Provincia Dominicana de San Juan Bautista del Perú confirmó su fallecimiento, y su velorio tendrá lugar en el Convento de Santo Domingo, en el centro histórico de Lima.
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Un legado de lucha por los desfavorecidos y contra las injusticias sociales en América Latina.
Gutiérrez, quien se convirtió en dominico a los 76 años, fue pionero en denunciar las injusticias y desigualdades en América Latina. Durante una conferencia en 1968, acuñó el término «Teología de la Liberación», inspirado en los principios reformistas del Concilio Vaticano II. Para él, la Iglesia debía enfocarse en los desfavorecidos, ayudándolos a liberarse de sus condiciones de vida.
Su obra principal, Teología de la Liberación: historia, política, salvación (1971), fue traducida a más de 20 idiomas. A lo largo de su vida, Gutiérrez denunció la pobreza y las estructuras sociales opresivas que perpetúan la desigualdad en América Latina, y defendió la necesidad de reorganizar la sociedad.
El sacerdote peruano criticó las estructuras opresivas y el capitalismo
Gutiérrez también fue un crítico del capitalismo, al que responsabilizó por el sufrimiento de millones de personas, y afirmó que «la mayor violencia es la pobreza». Además, jugó un papel importante en la resistencia contra las dictaduras en América Latina, siendo fundador del Instituto Bartolomé de las Casas en Perú, una institución dedicada a apoyar a los desfavorecidos.
A pesar de los momentos de tensión con el Vaticano en décadas pasadas, Gutiérrez vivió una reconciliación con la Iglesia bajo el papado de Francisco. Será sepultado en el Convento de Santo Domingo en Lima, donde su legado como teólogo y defensor de los pobres perdurará.
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Fuente: Brasil de Fato