
Imagen: publico.es. El Solidario. Dos adolescentes presenciando el desalojo de 62 familias, entre las que había más de 150 niños, a 2 de junio de 2023.
La creciente crisis de la vivienda en España está afectando gravemente a las familias con menores, quienes sufren las consecuencias más devastadoras de los desahucios.
Según datos recientes, entre el 70% y el 80% de las familias desalojadas tienen hijos, exponiendo a los niños a situaciones de estrés y ansiedad que impactan su desarrollo y bienestar.
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Los desahucios no solo privan a las familias de un techo, sino que también generan un profundo impacto psicológico en los menores. Expertos en psicología infantil señalan que los niños pueden experimentar estrés, miedo, inseguridad y vergüenza al enfrentar la pérdida de su hogar.
Estos sentimientos pueden derivar en trastornos emocionales y físicos, afectando su rendimiento escolar y relaciones sociales.
Lucha por una vivienda digna
La Plataforma de Afectados por la Hipoteca (PAH) denuncia que los desahucios vulneran sistemáticamente los derechos de las familias y, en particular, de los menores.
La organización exige al Gobierno la implementación de medidas más efectivas para proteger a las familias en riesgo de exclusión residencial y garantizar el derecho a una vivienda digna.
El Gobierno ha establecido mecanismos como la moratoria de desahucios para familias vulnerables, extendida recientemente hasta el 31 de diciembre de 2025.
No obstante, en vista de la falta de ayudas institucionales, se procuró una manifestación el pasado mes de octubre en Madrid y Barcelona, porque es en estas áreas donde la mayoría de familias destinan más de la mitad de sus sueldos al pago del alquiler.
Sin embargo, la PAH y otras asociaciones consideran que estas medidas son insuficientes y demandan soluciones más contundentes, como la ampliación del parque de vivienda pública y la regulación de los precios del alquiler.
Consecuencias psicológicas alarmantes
Las consecuencias psicológicas de los desahucios en los menores son alarmantes. La exposición a situaciones de inestabilidad habitacional puede provocar en los niños trastornos de ansiedad, depresión y estrés postraumático, comparables a los efectos de desastres naturales.
Además, la falta de un entorno seguro y estable dificulta su desarrollo emocional y académico, perpetuando ciclos de pobreza y exclusión social.
¡Solución ya! Por una infancia sana
Es imperativo que las autoridades adopten un enfoque más progresista y humano frente a la crisis de la vivienda, priorizando el bienestar de los menores y garantizando el acceso a una vivienda digna para todas las familias.
Solo así se podrá mitigar el impacto devastador de los desahucios en la infancia y construir una sociedad más justa y equitativa.
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