El pueblo aragonés de Burbáguena, con solo 300 habitantes, enfrenta la despoblación con una solución valiente: la acogida de migrantes.
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Acogida como solución a la despoblación
Burbáguena ha sufrido el éxodo rural, con jóvenes marchándose y negocios cerrando. Para revertir el declive, el pueblo apuesta por recibir a nuevos vecinos.
Las viviendas asequibles y programas de rehabilitación de casas abandonadas están atrayendo familias y emprendedores.
Solidaridad y comunidad
La integración no depende solo de políticas, sino del apoyo local. Los habitantes organizan actividades, talleres y eventos para dar la bienvenida a los nuevos residentes. La reapertura de la escuela rural es un símbolo del renacer del pueblo, asegurando la educación de los niños y revitalizando la comunidad.
Impacto económico y social
La llegada de nuevos habitantes impulsa la economía local. Negocios que estaban en decadencia ahora florecen, y la diversidad cultural enriquece la vida de Burbáguena. La integración, aunque desafiante, muestra que la cooperación y la acogida son clave para el futuro de los pueblos rurales.
Fuente: Oropres