En el corazón de Benimaclet, Valencia, la solidaridad ha tomado forma en un refugio improvisado que ha logrado salvar a más de 500 animales tras el paso de la última DANA.
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Este fenómeno climático extremo dejó no solo inundaciones y daños materiales, sino también a miles de animales domésticos y de granja desprotegidos. La comunidad, liderada por el club de fútbol Sporting Benimaclet, respondió con rapidez para atender a quienes no tienen voz.
Una red de esperanza
El campo de fútbol del Sporting Benimaclet se transformó en un centro de acogida para animales rescatados de las zonas más afectadas. Veterinarios, etólogos, voluntarios y hasta psicólogos trabajaron en conjunto para brindar atención médica, refugio y comida a perros, gatos, y otros animales que llegaron con heridas, hambre y miedo.
La colaboración fue fundamental. Vecinos, asociaciones y voluntarios se unieron para organizar los traslados, mientras empresas locales donaron alimentos y medicamentos. Incluso, se ha solicitado apoyo de personas con licencias específicas para cuidar razas catalogadas como potencialmente peligrosas, mostrando la complejidad de esta labor. Según los organizadores, lo más urgente ha sido la provisión de medicamentos, transportines y arneses.
Un rescate ó un llamado a la acción
Este refugio no solo ha salvado vidas, sino que también refleja una problemática más profunda: la vulnerabilidad de los animales frente a desastres climáticos. Con el cambio climático intensificando tormentas como la DANA, es vital contar con planes que incluyan a los animales en las estrategias de prevención y respuesta.
Las acciones de Benimaclet nos invitan a reflexionar: ¿Estamos haciendo lo suficiente para proteger a quienes dependen de nosotros? Cada gesto cuenta, y el futuro de estos animales podría estar en nuestras manos.
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