
Aunque fueron visitados por los españoles en el siglo XVI, los tsimanes han seguido viviendo según sus costumbres ancestrales, ajenos a la mayoría de los cambios del mundo moderno. Archivo: El Solidario
En el corazón de la selva boliviana, los tsimanes son una comunidad que desafía los estándares modernos de envejecimiento.
Este grupo indígena, que vive en el remoto Misión Fátima (a seis horas en bote desde San Borja, a unos 600 kilómetros al norte de La Paz), tiene una salud excepcional y envejece más lentamente que el promedio global. ¿Cuál es el secreto detrás de su longevidad? Aquí te mostramos algunas pistas y evidencias sobre este peculiar grupo.
También te puede interesar: Resiliencia de las mujeres indígenas en América
Un estilo de vida tradicional
Los tsimanes mantienen un estilo de vida tradicional que incluye agricultura, pesca y caza. La dieta local está compuesta principalmente de yuca, maíz, plátano y arroz. Estas prácticas ancestrales, combinadas con una alta actividad física, juegan un papel crucial en su salud.
La alimentación de los tsimanes es baja en grasas saturadas y rica en fibras. Apenas un 14% de su dieta contiene grasas, sin incluir grasas trans. Este régimen se basa en productos frescos provenientes de la tierra y del agua, como pescado y carne de caza. Esta dieta contribuye a un bajo nivel de colesterol y una excelente salud cardiovascular.
Ejercicio constante y actividad física
Los tsimanes caminan un promedio de 17,000 pasos diarios, mucho más que los 6,000 pasos de una persona promedio en el mundo occidental. Además, realizan actividades físicas intensas, como la caza y la recolección, lo que mantiene su cuerpo en constante movimiento. Esta actividad regular ayuda a preservar su salud física y mental.
Estudios realizados por científicos de la Universidad del Sur de California y la Universidad de Nuevo México han mostrado que los tsimanes tienen arterias más saludables que las de las poblaciones de países industrializados. También, su cerebro envejece a un ritmo mucho más lento. Las investigaciones revelan que el 87% de los tsimanes mayores de 70 años tienen un riesgo mínimo de enfermedades cardíacas.
Impactos del cambio climático
El cambio climático está afectando las costumbres de los tsimanes. Los incendios forestales y las sequías han reducido la disponibilidad de animales para cazar y han alterado sus hábitos alimenticios. Este cambio puede tener efectos a largo plazo en su salud y bienestar.
La vida de los tsimanes nos ofrece valiosas lecciones sobre cómo el estilo de vida, la dieta y la actividad física pueden influir en la salud y longevidad. A pesar de los desafíos modernos, su vida demuestra que un regreso a prácticas tradicionales puede ofrecer beneficios significativos para la salud. Su existencia además, es una muestra de la resiliencia y la riqueza cultural que aportan los grupos originarios al conjunto de la sociedad.
Fuente: BBC Latinoamérica