Trabajadores y usuarios de centro de acogida en Madrid, atrapados en un infierno de calor
Maria Sánchez Peña
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Medidor de temperatura en uno de los pasillos del centro de acogida, con una marca de 55,9º C Tomada: elDiario.es
Desmayos por golpes de calor afectan a trabajadores y usuarios en un centro de acogida de Latina, Madrid. La situación crítica exige soluciones inmediatas.
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Las condiciones en el centro de acogida Puerta Abierta, en Latina, Madrid, son insostenibles. Dos trabajadoras han sufrido desvanecimientos por el calor extremo, lo que evidencia la falta de una climatización adecuada. Chus, una de las afectadas, explica: “Empecé a notar un zumbido, se me durmieron las piernas y ya no recuerdo nada más”. Este incidente refleja un problema recurrente que lleva años sin resolverse.
Usuarios en riesgo por el calor
El centro alberga a 130 personas sin hogar, muchas con enfermedades graves, como cáncer o cardiopatías. Estas patologías aumentan el riesgo ante el calor extremo. Emilio, delegado de prevención, señala: “Son personas en una situación de gran vulnerabilidad y se les está exponiendo a un peligro constante”. Los trabajadores se ven obligados a usar métodos improvisados, como toallas húmedas, para intentar bajar la temperatura de los usuarios.
El Ayuntamiento no ofrece soluciones efectivas
El Ayuntamiento ha enviado técnicos para reparar el sistema de climatización, pero los empleados afirman que estas medidas son insuficientes. “Arreglarlo no sirve de nada”, declaran, y exigen una actualización completa del sistema de refrigeración. La instalación actual, que no ha sido revisada desde 2012, es inadecuada para el tamaño del edificio y las elevadas temperaturas actuales.
La concejala Cuca Sánchez, de Más Madrid, ha denunciado la situación calificándola de “condiciones inhumanas”. Desde la oposición, se exige al alcalde Almeida que actúe de inmediato para solucionar este problema recurrente. A pesar de las denuncias, la situación persiste, generando temor entre los empleados, como Chus, quien confiesa: “Me encanta mi trabajo, pero tengo miedo de volver desde que me dio el golpe de calor”.
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Fuente: elDiario.es
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