Alerta: las pechugas de pollo de Lidl provienen de aves con graves irregularidades en su crianza
Silvia María Vicente Moya 
Imagen: publico.es. El Solidario. Decenas de pollos en una granja.
Un reciente análisis independiente revela que casi la totalidad de las pechugas de pollo de Lidl España provienen de aves con graves irregularidades en su crianza. La noticia despierta preguntas inquietantes sobre el origen y la calidad de los alimentos que ponemos en nuestra mesa.
¿Es posible que la carne que consumimos habitualmente esconda un problema tan perturbador? Un estudio reciente, llevado a cabo por una organización de defensa del consumidor, ha destapado un alarmante dato: el 98% de las pechugas de pollo analizadas en supermercados Lidl España provienen de animales con anomalías significativas, vinculadas a un sistema de producción que pone en jaque tanto el bienestar animal como la salud de los consumidores.
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¿Hasta qué punto podemos confiar en lo que comemos?
El informe, que ha provocado una oleada de indignación en redes sociales, destaca que las anomalías detectadas en las aves incluyen deformidades óseas, enfermedades metabólicas y señales de estrés extremo durante su desarrollo. Estas condiciones, según expertos veterinarios, son el resultado de prácticas intensivas que priorizan el crecimiento rápido a costa de la calidad de vida de los animales.
“Es devastador ver que la industria sacrifica el bienestar animal y la calidad del producto por un margen de beneficio. Estas anomalías no solo afectan al animal, sino también a las propiedades nutricionales de la carne que llega al consumidor”, explicó Marta Sánchez, portavoz de la organización.
Lidl España, por su parte, ha emitido un comunicado en el que asegura que cumple con los estándares legales de calidad y que investigará las acusaciones, pero los consumidores exigen respuestas claras y acciones inmediatas.
Mientras Lidl se enfrenta a una tormenta reputacional, los consumidores tienen la última palabra. ¿Es hora de exigir un cambio en los sistemas de producción alimentaria, o seguiremos ignorando lo que realmente ocurre detrás de los mostradores?
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