Verónica Mas 
Archivo: El SOlidario. Madre criando sola
Partiendo del concepto «madre soltera» ya podemos intuir que algo no funciona bien en la comprensión y sensibilidad que el sistema social tiene con el 80% de los hogares monoparentales regidos por mujeres.
Término arcaico dónde los haya, anclado en la tradición católica, nos muestra que los avances en materia de familia contemporánea no están siendo reconocidos por las instituciones sociales.
Así, cualquier mujer, ya sea divorciada, viuda o que haya decido tener un hijo por inseminación artificial o sin compañero/a, es una mujer soltera. Y detrás de este término aparentemente inofensivo, se esconden años de señalar con el dedo, cuchillear a la espalda y menospreciar y excluir a las mujeres que estamos criando solas.
No valen las palabras políticamente correctas cuando un tercio de este tipo de familia, está en riesgo de pobreza. Lo que falla no es poco, estamos hablando de niños y niñas que no tienen lo que sería necesario para subsistir con dignidad, de madres que no pueden ejercer como tales por falta de tiempo, de estrés, agotamiento y enfermedad mental.
Incido, lo que falla es mucho, son los cimientos sobre los que estamos educando a las nuevas generaciones. Parece mentira que se superponga la burocracia y la lentitud a que el país dejé de ser el que presenta mayor riesgo de pobreza infantil de la UE superando incluso a Rumanía.
Derechos sociales reconocidos judicialmente pero no implementados por las instituciones
Tampoco parece creíble, que en pleno s.XXI, las mujeres que criamos solas, tengamos que exigir los mismos derechos sociales que las personas que lo hacen a dos. Y no sólo eso, sino que ya haya jurisprudencia en favor de conceder los mismos permisos tras el nacimiento a ambos tipos de familia, y el INSS juegue a su trabalenguas burocrático impidiendo el disfrute de 26 semanas que correspondería por ley.
«Están haciendo lo que les da la gana. Nos están devolviendo a la casilla de partida, es decir, a los juzgados de lo social. Lo que implica volver a gastarte tu dinero para poder disfrutar de un derecho que ya te ha reconocido la propia justicia«. Así resume Ana Migallón la situación actual de centenares de madres solteras en nuestro país.
La sentencia de 2024 ha abierto un precedente importante en las vidas de todos estos hogares, pues se daba vía libre a la ejecución en numerosos casos pendientes que lo habían reclamado. Si bien lo que parecía una victoria o algo definitivo, no ha sido así porque aunque el INSS está abonando la cuantía económica que correspondería en caso de ser dos progenitores, no está reconociendo el tiempo de descanso.
No se entiende por qué en 2025 se tiene que estar litigando por este derecho que ya ha sido reconocido por el Constitucional. Lo que se reclama es medianamente simple: que el INSS y la Tesorería General de la Seguridad Social cumplan las sentencias firmes.
Y mientras tanto, la Ley de Familias bloqueada en el Congreso.
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