El Foro Económico Mundial ha lanzado un informe que destaca cómo la inteligencia artificial (IA) puede acelerar los esfuerzos de sostenibilidad, pero también advierte que no es una solución mágica. La IA tiene el potencial de transformar la gestión de recursos y reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, pero su implementación debe ser cuidadosa y estratégica para maximizar los beneficios y minimizar los riesgos.
El cómo y porqué
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La IA se ha convertido en una herramienta poderosa para abordar desafíos ambientales, desde la optimización de la eficiencia energética y la gestión de residuos, la agricultura sostenible y la logística para reducir las emisiones de transporte. Sin embargo, el informe subraya que la IA no es una solución única y debe integrarse con otras estrategias para ser efectiva. La demanda de IA también puede aumentar las emisiones de carbono si no se gestiona adecuadamente.
La IA puede ayudar a reducir el consumo energético. Por ejemplo, algoritmos de IA pueden analizar grandes volúmenes de datos para identificar patrones y optimizar procesos, lo que puede llevar a una mayor eficiencia y menor impacto ambiental.
Apoyos y necesidad de regulación
El informe ha sido bien recibido por líderes empresariales y organizaciones medioambientales, que ven en la IA una herramienta valiosa para la sostenibilidad. Sin embargo, también han señalado la necesidad de políticas y regulaciones que aseguren que la IA se utilice de manera responsable y ética.
Necesidades futuras
Para que la IA realmente acelere la sostenibilidad, es crucial invertir en investigación y desarrollo, así como en la capacitación de profesionales para que puedan utilizar estas tecnologías de manera efectiva. Además, es necesario fomentar la colaboración entre sectores públicos y privados para maximizar el impacto de la IA en la sostenibilidad.
Fuente: weforum.org