
Los jubilados marchan los miércoles en defensa de sus derechos. Toma de Amnistía Ar / El Solidario
En Argentina, los jubilados enfrentan un escenario alarmante. El gobierno actual de Milei implementa políticas de ajuste que precarizan aún más su calidad de vida, recordando los peores momentos de la historia económica del país. Mientras el costo de vida se dispara, las medidas oficiales los condenan a la pobreza.
Recortes y pérdida de poder adquisitivo
Las recientes decisiones económicas han afectado de lleno a los adultos mayores, quienes dependen de sus pensiones para sobrevivir. El ajuste en los aumentos jubilatorios, sumado a la inflación descontrolada que el gobierno intenta esconder, ha generado una brutal caída en su poder adquisitivo. Muchos deben optar entre comprar medicamentos esenciales o alimentarse adecuadamente.
Los números del modelo que prioriza el mercado sobre las personas
Los ingresos son de indigencia, la mayoría recibe la jubilación mínima, que en marzo de 2025 es de 279.121 pesos (aproximadamente 238 euros), complementada por un bono de refuerzo que eleva el total a 349.121 pesos. Sin embargo, este monto es insuficiente para cubrir necesidades básicas, ya que una persona con vivienda propia requiere al menos 354.535 pesos para no ser considerada pobre.
La situación se ha agravado con las políticas de ajuste fiscal implementadas desde finales de 2023. Estas medidas han congelado bonos de refuerzo desde marzo de 2024 y las jubilaciones han perdido poder adquisitivo frente a una inflación del 117,8% en 2024. Según el Centro Estratégico Latinoamericano de Geopolítica (CELAG), quienes perciben la jubilación mínima han perdido ingresos equivalentes a cinco pensiones en los primeros 14 meses de la actual administración.

Desmantelamiento del sistema de seguridad social
A la situación se suma el progresivo vaciamiento del sistema previsional, que prioriza medidas de austeridad antes que garantizar derechos. La eliminación de beneficios, el retraso en los pagos y la falta de una política clara de recomposición salarial evidencian un claro desinterés por el bienestar de los jubilados.
Ante esta precariedad, muchos jubilados se ven obligados a seguir trabajando, a menudo en empleos informales y con salarios bajos. Además, deben reducir gastos esenciales, incluyendo medicamentos indispensables para su salud. Eugenio Semino, Defensor del Pueblo de la Tercera Edad de Buenos Aires, describe esta situación como una una crisis humanitaria, evidenciando el deterioro en la calidad de vida de los adultos mayores en Argentina.
Un modelo que ya fracasó
La historia argentina ha demostrado que cada vez que un gobierno de derecha asumió el poder, aplicó políticas de ajuste estructural y los sectores más vulnerables han sido los primeros en sufrir las consecuencias. Hoy, una vez más, se repite el patrón: recorte en jubilaciones mientras los sectores concentrados de la economía se benefician con desregulaciones y exenciones fiscales.
El desfinanciamiento del sistema previsional y la precarización de los jubilados no son hechos aislados, sino parte de un modelo que prioriza el mercado sobre las personas. La memoria histórica es clave para evitar que los derechos conquistados vuelvan a ser pisoteados, recordando que el retroceso en derechos afecta a quienes más los necesitan.
Fuente: Amnistía Internacional, Centro Estratégico Latinoamericano de Geopolítica, EFE, Rfi y Swiss Info.
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