Cada 9 de julio, el mundo se une en un gesto simbólico de esperanza y responsabilidad. Es el Día Internacional de la Destrucción de Armas de Fuego, una efeméride instituida por las Naciones Unidas en 2001. En esta fecha, recordamos la urgente necesidad de reducir el número de armas en circulación y promover la paz.
Desarmemos el futuro
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En 2001, la sede de las Naciones Unidas fue testigo de un evento histórico: la Conferencia General sobre el Comercio Ilícito de Armas Pequeñas y Ligeras. Líderes de todo el mundo se comprometieron a abordar el problema de las armas de fuego.
Cada arma destruida es una vida protegida, pero mejor si no es fabricada
Algunas de las principales compañías españolas de los sectores aeronáutico, tecnológico o industrial dedican parte de su actividad a la fabricación de armamento. Tres empresas españolas se encuentran entre las 100 mayores compañías mundiales del sector de defensa y seguridad
- Seguridad: La proliferación de armas de fuego afecta a comunidades, países y continentes. La destrucción masiva de armas obsoletas y requisadas es un paso crucial hacia un mundo más seguro.
- Responsabilidad: Tenemos un papel en este esfuerzo. Gobiernos, organizaciones y ciudadanos deben colaborar para reducir la violencia armada.
- Impacto humano: Cada arma destruida representa una vida protegida, una familia a salvo y una comunidad más pacífica.
Recuperar la cordura:
En este Día Internacional de la Destrucción de Armas de Fuego, reafirmemos nuestro compromiso con la paz y la seguridad. Juntos construyamos un mundo donde las armas no sean necesarias.