¿Por qué el Estado ignora a las familias que cuidan solas a personas con trastornos mentales, perpetuando el estigma y el sufrimiento?
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Las familias de personas con trastornos mentales graves enfrentan una dolorosa realidad: el abandono total por parte del Estado. «Hemos pasado de encerrar a estas personas en el psiquiátrico a que se haga cargo la familia«, denuncia Clara, cuidadora de un hermano con Trastorno Límite de la Personalidad. Sin el apoyo necesario, estas familias soportan solas la carga, perpetuando el estigma y el sufrimiento.
Sobrecarga familiar y abandono institucional
El sistema de salud mental abandona a las familias, dejándolas sin los recursos esenciales para cuidar a sus seres queridos. Eduard Vieta, jefe de Psiquiatría del Hospital Clínic, advierte: «Su vida empieza a girar en torno a otras personas«. La falta de profesionales y la sobrecarga burocrática agravan una situación insostenible, donde el apoyo psicológico a los cuidadores se considera un «extra» prescindible.
El estigma social que aísla y silencia
El estigma social profundiza el aislamiento de quienes cuidan a personas con trastornos mentales. Ignacio Puerta, psicólogo en la Asociación de Salud Mental Madrid Norte, explica que los familiares «se sienten solos y juzgados«. Esta falta de comprensión y apoyo social aumenta la presión sobre los cuidadores, quienes también necesitan espacios seguros para expresar su dolor y recibir el apoyo emocional que les es negado.
A pesar de los desafíos, las asociaciones intentan suplir el vacío dejado por el Estado, ofreciendo el apoyo que las familias tanto necesitan. «El 90% de los pacientes logran una autonomía total o grande«, afirma Vieta, pero esto solo es posible si se proporciona a los cuidadores el respaldo necesario. La sociedad debe romper el silencio y exigir un sistema que no deje a las familias solas en esta lucha.
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Fuente: elDiario.es