Los desempleados con responsabilidades familiares tienen acceso a una ayuda del Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE) que puede extenderse hasta 30 meses (2 años y 6 meses), una de las ayudas más amplias dentro del sistema de prestaciones por desempleo en España. Para acceder a ella, los solicitantes deben haber agotado al menos 180 días de su prestación contributiva y carecer de ingresos suficientes, un requisito clave para obtener el subsidio.
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Subsidio por agotamiento de la prestación contributiva
El subsidio por agotamiento de la prestación contributiva, también conocido como «mini-paro», tiene una cuantía inicial de 570 euros al mes. Este beneficio está destinado a aquellos que, tras haber recibido su prestación por desempleo, no cuentan con otras fuentes de ingresos
Para acceder al subsidio por agotamiento de la prestación contributiva, es necesario haber agotado al menos seis meses (180 días) de la prestación por desempleo y carecer de ingresos superiores al 75% del Salario Mínimo Interprofesional (SMI), que actualmente es de 850,5 euros al mes.
Los requisitos
La duración del subsidio varía según factores como la edad, las cargas familiares y los días de paro consumidos.
Sin cargas familiares, los menores de 45 años deben haber agotado 360 días para acceder a seis meses de subsidio, mientras que los mayores de 45 necesitan 120 días. Con responsabilidades familiares, se puede obtener un subsidio de hasta 24 meses con 120 días, o hasta 30 meses si se consumen 180 días o más.
Así, los desempleados con responsabilidades familiares pueden acceder a la ayuda durante 30 meses si han agotado al menos 180 días de su prestación contributiva. Por otro lado, los solicitantes sin cargas familiares tienen derecho a períodos más cortos de subsidio, dependiendo de su historial de paro.
La novedad…presentar la declaración de la renta (IRPF)
Una de las novedades introducidas en la última reforma de los subsidios por desempleo es que todos los beneficiarios deben presentar su declaración de la renta (IRPF), un requisito que busca mejorar la transparencia y la asignación de recursos. La cuantía de la ayuda disminuye progresivamente con el tiempo, comenzando con el 95% del IPREM (570 euros mensuales), y reduciéndose a 540 euros en el segundo semestre, hasta llegar a 480 euros en los últimos meses.
Este tipo de ayuda es crucial en un contexto económico en el que muchos trabajadores continúan luchando por encontrar empleo debido a la falta de oportunidades. Sin embargo, la existencia de estos subsidios refleja un sistema que, aunque vital para los desempleados, no puede considerarse una solución definitiva. A medida que más personas caen en la pobreza debido a la precariedad laboral, es necesario reflexionar sobre las políticas a largo plazo que realmente garanticen una vida digna para todos. El subsidio del SEPE es un parche, pero no debe ser la solución final para la crisis del empleo y la pobreza en España.
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