En un acto que ha suscitado una oleada de críticas, España ha denegado la entrada a dos hermanos discapacitados saharauis, condenándolos a ser deportados a Marruecos.
Te puede interesar: Escándalo en centro Ateca en Zaragoza por tortura, agresión sexual y corrupción de menores
La precaria situación de los hermanos saharauis
Esta decisión pone en evidencia las carencias del sistema de asilo y protección internacional del país, subrayando la necesidad urgente de reformas que garanticen el respeto a los derechos humanos, la inclusión y la equidad.
Los hermanos Mohamed y Aisha Ahmed, ambos con discapacidades físicas significativas, llegaron a España en busca de asilo y protección debido a la represión y el riesgo de persecución que enfrentan en Marruecos.
Sin embargo, a pesar de su situación vulnerable, las autoridades españolas les denegaron la entrada, citando razones administrativas y técnicas.
Esta decisión ha sido calificada como inhumana y contraria a los principios de derechos humanos por diversas organizaciones no gubernamentales.
Amnistía Internacional ha declarado que la deportación de estos hermanos a Marruecos podría poner en peligro sus vidas, dadas las condiciones adversas y la falta de apoyo para personas con discapacidad en el país.
“Un actuación insensible y cruel”
La Coordinadora de Asociaciones de Solidaridad con el Sahara (CEAS-Sahara) ha condenado enérgicamente la decisión, calificándola como una violación flagrante de los derechos humanos.
María López, portavoz de la organización, afirmó: “Es inadmisible que un país que se declara defensor de los derechos humanos actúe de manera tan insensible y cruel. La situación de Mohamed y Aisha es desesperada, y España tiene la responsabilidad de protegerlos”.
El Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) también ha expresado su preocupación, señalando que las personas con discapacidades tienen derecho a una protección especial y que la deportación de los hermanos saharauis contraviene las normas internacionales de derechos humanos.
Según datos de ACNUR, en 2023, España recibió más de 118,000 solicitudes de asilo, de las cuales solo el 5% fueron aceptadas. Este bajo porcentaje refleja una política restrictiva que a menudo ignora las necesidades de los solicitantes más vulnerables, como los hermanos saharauis.
Además, informes recientes han mostrado que las personas con discapacidad enfrentan barreras significativas para acceder al asilo y la protección en España.
La falta de instalaciones adecuadas y de un apoyo especializado agrava la situación de estas personas, dejándolas en una posición de extrema vulnerabilidad.
Este caso debe servir como un llamado a la acción para asegurar que España cumpla con sus obligaciones internacionales y proteja a los más vulnerables.