La creciente desigualdad económica ha puesto en el punto de mira los privilegios fiscales de los megamillonarios, con un aumento significativo en las peticiones para que los ricos paguen más impuestos.
Te puede interesar: Ataque a migrantes venezolanos y agenda xenofóbica, temas en mitin digital entre Trump y Elon Musk
Esta demanda no solo proviene de sectores progresistas, sino que también está ganando tracción entre gobiernos tradicionalmente conservadores, reflejando un cambio en la percepción global sobre la justicia fiscal.
Actualmente, las grandes fortunas pagan una media del 0,3% en impuestos sobre el patrimonio, una cifra que muchos consideran insultante para las personas trabajadoras que sostienen las economías de sus países.
Este sistema fiscal favorece a los ultrarricos, permitiéndoles acumular riquezas a un ritmo alarmante mientras la mayoría de la población mundial lucha por acceder a servicios básicos y enfrenta crecientes desigualdades.
El G20 y la necesidad de gravar a los ultrarricos
En la última reunión del G20, la imposición de un impuesto global a los megamillonarios ocupó un lugar destacado en la agenda. Esta propuesta, que afectaría a unos 27 ultrarricos en España, busca reducir las enormes disparidades de riqueza que existen actualmente.
La idea de un impuesto mínimo coordinado a nivel internacional, propuesta por el economista Gabriel Zucman, ha cobrado fuerza.
Según Zucman, este impuesto podría recaudar entre 180.000 y 230.000 millones de euros anuales.
Más recursos para programas sociales y sanitarios
Los privilegios fiscales de los más ricos se traducen en menos recursos para la educación, la salud y la infraestructura, exacerbando las desigualdades y limitando las oportunidades para las personas menos favorecidas.
La creciente demanda para que los ricos paguen su parte justa de impuestos refleja una conciencia global sobre la necesidad de un sistema fiscal más equitativo y justo.
La creciente presión para que los megamillonarios paguen más impuestos es un paso crucial hacia la justicia fiscal y la reducción de las desigualdades.
En un momento en que la transparencia y la equidad son más necesarias que nunca, es fundamental que se promueva una distribución más justa y equitativa de los recursos públicos, poniendo fin a los privilegios fiscales de los más ricos.
FUENTES: Spanish Revolution : Head Topics : El Salto Diario