La sostenibilidad está más cerca de lo que imaginas y no requiere grandes inversiones ni cambios drásticos en el día a día. Si tienes interés en cuidar el planeta (y tu bolsillo), este es tu artículo. Hacer pequeños cambios para lograr un hogar más sostenible sin complicaciones es inteligente.
1. Compra local siempre que puedas.
En todas las localidades existen productores de algunos de las cosas que usas. Adoptar el hábito de comprar productos frescos, locales y de temporada es una excelente manera de reducir la huella de carbono en el hogar. Los productos locales no requieren grandes transportes, lo que disminuye las emisiones de CO₂, además de que suelen ser más frescos y sabrosos. Estarás apoyando la economía de los agricultores de tu comunidad. Los mercados locales o los huertos comunitarios son una gran alternativa para adquirir frutas, verduras y otros productos con bajo impacto ambiental.
2. Dale una segunda vida a los residuos, no acumules
Algo tan simple como reciclar o reutilizar puede hacer una gran diferencia. Usa los frascos de vidrio para almacenar alimentos, semillas o condimentos en aceite. Los restos de verduras y frutas pueden transformarse en compost, ideal para quienes tienen plantas o pequeños huertos en casa. Y, si tienes niños, ¡los cartones de huevos y rollos de papel pueden convertirse en materiales de arte para horas de diversión creativa!
Ser sostenible implica usar y tener lo que necesitas, ya sabes: «lo que no suma, resta«, así que haz una buena limpieza en casa, intercambia, dónalo o tira a los contenedores lo que no sirva. Puedes incluso reunir todo lo que te sobra y organizar una reunión para que cada amiga/o se lleve lo que más le guste. El aire de tu hogar cambiará y te sentirás más descargado y lleno de energía para nuevos proyectos.
3. Aprovecha la luz natural y ahorra energía
¿Sabías que puedes reducir tu consumo energético simplemente aprovechando mejor la luz del sol? Una forma de hacerlo es reorganizar tu espacio. Coloca el escritorio o lugar de trabajo cerca de una ventana para evitar que se enciendan luces durante el día. También, abrir las cortinas y persianas puede ayudar a que tu hogar se mantenga más cálido en invierno, reduciendo la necesidad de calefacción. Y en verano, al cerrar las persianas en las horas más calientes, podrás mantener el ambiente fresco sin usar tanto el aire acondicionado.
4. Practica la moda circular
La moda rápida o «fast fashion» genera toneladas de residuos textiles cada año. Una manera sencilla de evitarlo es comprar ropa de segunda mano o intercambiar prendas con amigos o familiares. No solo ahorrarás dinero, sino que tendrás un guardarropa único y reducido. Además puedes customizar algunas de tus prendas y darles un nuevo aire con pequeños cambios. Con algunos básicos lo demás está en manos de tu imaginación y algunos conocimientos de moda, y está de moda lo circular.
5. Aprovecha el poder de las plantas
Las plantas no solo decoran tu hogar, sino que también mejoran la calidad del aire. Colocar plantas como el poto, la cinta o la palma de bambú ayuda a reducir las toxinas y brinda un toque de frescura a tu hogar. Aquí puedes usar algunos de los frascos de cristal y ponerlas en agua. Además, si tienes un pequeño espacio, considera cultivar tus propias hierbas aromáticas como albahaca, menta o romero. No solo son prácticas para la cocina, sino que también son una forma de conexión con la naturaleza, recordándote que tú también eres naturaleza.