Miles de personas salieron a las calles de Canarias este domingo 20 de octubre, para exigir cambios en el modelo turístico, la conservación ambiental y un acceso más justo a la vivienda. Organizada por la plataforma «Canarias tiene un límite», la protesta fue impulsada tras seis meses de inacción por parte de las autoridades. Se destacaron los problemas como la saturación turística y el aumento de la pobreza, a pesar de ser un destino que bate récords en visitantes. Las manifestaciones se extendieron por Tenerife, Gran Canaria, Fuerteventura, entre otras islas, así como en ciudades españolas y extranjeras. En Tenerife, unas 2.000 personas protestaron en Playa de las Américas, mientras que en Maspalomas fueron varios kilómetros más.
Turismo masivo y sus efectos en Canarias
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El Archipiélago ha sido testigo de un incremento exponencial en la afluencia turística, alcanzando cifras récord que, paradójicamente, contrastan con las alarmantes tasas de pobreza de la región. Los manifestantes exigieron una moratoria que limita la construcción de infraestructuras turísticas, especialmente en lugares como Maspalomas y Playa de las Américas, epicentros del sector. Las voces críticas denunciaron que el turismo masivo ha generado una presión insostenible sobre los recursos locales, contribuyendo al deterioro del medio ambiente y dificultando el acceso a una vivienda digna.
Vivienda y sostenibilidad ambiental, entre las principales demandas
Entre las consignas destacadas, la falta de acceso a viviendas fue una de las preocupaciones principales. En Canarias, el aumento desmedido de los precios de alquiler y venta, vinculado al auge turístico y la proliferación de alojamientos vacacionales, ha desplazado a muchos residentes locales. Además, las quejas sobre la gestión ambiental fueron notorias, con denuncias de vertidos al mar que han obligado al cierre de playas. Las pancartas que decían «Canarias no se vende» y «Tenerifecales», que reflejaban el malestar con la gestión actual.
Fuente: cadenaser.com