¿Quién responde por el daño irreversible a 33 mujeres? Un error médico les arrebató el derecho a ser madres.
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Treinta y tres mujeres, entre los 38 y 85 años, perdieron su útero tras un error médico en el Hospital Universitario de Uppsala, Suecia. Fueron diagnosticadas con cáncer de útero, una enfermedad grave que a menudo requiere cirugía inmediata. Sin embargo, tras realizarse histerectomías irreversibles, se descubrió que la evaluación inicial era incorrecta. Las afectadas, ahora sin posibilidad de gestar, enfrentan consecuencias devastadoras tanto físicas como psicológicas. La institución ya ha admitido el error y prometió una compensación económica, pero el daño ya es irreparable.
Un diagnóstico fallido que arrebata vidas y futuro
El cáncer de útero, una de las enfermedades ginecológicas más comunes, requiere un diagnóstico preciso antes de cualquier intervención. Estas mujeres recibieron evaluaciones “demasiado estrictas”, según Tommie Olofsson, jefe del laboratorio del hospital, quien admitió un “sobrediagnóstico sistemático”. Esta falta de precisión llevó a extirpar sus úteros innecesariamente. “Lamentamos profundamente lo sucedido”, expresó Johan Lugnegård, médico jefe del hospital, subrayando el impacto irreversible de esta cirugía en sus vidas. A pesar de las disculpas y compensaciones, para muchas de estas mujeres, el error no tiene reparación posible.
La detección del error comenzó cuando el hospital notó un aumento inusual en los diagnósticos de cáncer de útero y decidió investigar. Sin embargo, la revisión llegó tarde para las 33 mujeres ya sometidas a una histerectomía. Aunque el centro médico asegura que revisará protocolos y compensará a las víctimas, este caso evidencia fallos graves en los sistemas de diagnóstico y control, especialmente en enfermedades que requieren intervenciones de consecuencias irreversibles. Este error no solo cuestiona la calidad médica, sino que resalta la falta de controles previos ante intervenciones quirúrgicas de tal magnitud.
El derecho a una salud digna, y el impacto de la negligencia
La situación en Uppsala refleja una falla en el derecho a la salud digna y a un diagnóstico confiable. No es solo un fallo médico, sino una muestra de cómo una mala praxis puede cambiar el curso de una vida. La compensación económica, por justa que parezca, no devuelve lo perdido. El caso ha generado una fuerte indignación social, y plantea una pregunta crítica: ¿hasta dónde se extiende la responsabilidad del sistema de salud frente a sus errores?
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Fuente: Infobae