
El Solidario: Mark Zuckerberg, CEO de Meta.
Mark Zuckerberg ha dado un nuevo golpe al respeto y la diversidad al modificar las reglas de Facebook e Instagram, permitiendo que se califique a personas LGTBI como “enfermos mentales”. Este cambio, que suprime años de avances en la lucha contra la discriminación, abre la puerta a una espiral de odio en dos de las plataformas más grandes del mundo.
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Meta, la empresa matriz de ambas redes sociales, ha demostrado que el lucro está por encima de la dignidad humana. La supresión de los equipos de diversidad interna es un paso atrás que pone en jaque los esfuerzos para construir entornos digitales seguros. En lugar de fomentar una convivencia respetuosa, Zuckerberg decide silenciar las voces que abogaban por la inclusión.
Este cambio de política no es un hecho aislado. Forma parte de un patrón peligroso en el que el discurso de odio encuentra cada vez más espacio para proliferar. Permitir que las personas sean etiquetadas de forma despectiva y discriminatoria no solo valida la intolerancia, sino que también refuerza prejuicios dañinos y fomenta la violencia, tanto en el ámbito virtual como en el físico.
Estigmas y perpetuación del ataque homofóbico
Organismos internacionales como Naciones Unidas han señalado que clasificar a las personas LGTBI como «enfermas» es una violación de los derechos humanos. Esta narrativa, avalada ahora por Meta, perpetúa estigmas que han sido utilizados históricamente para justificar el ostracismo, la criminalización y, en muchos casos, la violencia contra esta comunidad.
Es urgente que los usuarios y los gobiernos actúen frente a esta grave amenaza. El boicot a las plataformas que permiten estos discursos de odio y la exigencia de regulaciones claras y contundentes deben ser prioridades. La libertad de expresión no puede ser utilizada como excusa para normalizar la discriminación.
Mark Zuckerberg debe asumir la responsabilidad de gestionar sus plataformas con un mínimo de ética y compromiso social. Su decisión no solo afecta al colectivo LGTBI, sino que compromete la seguridad y la cohesión de la sociedad en su conjunto. No podemos permitir que el odio tenga lugar en el corazón de nuestras redes sociales. ¿Qué piensas sobre estas nuevas normativas en Facebook e Instagram? Te leemos en los comentarios.
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