Estudio revela el impacto oculto del perro en la naturaleza

Conocidos mundialmente como “el mejor amigo del hombre”, los perros llevan viviendo entre los humanos desde hace aproximadamente 20.000 años, momento en el que según el artículo de la revista Science, “Origins and genetic legacy of prehistoric dogs”, comenzaron a ser domesticados. Sin embargo, y de acuerdo al estudio publicado por la revista Pacific, “Conservation Biology”, su popularidad supone una amenaza para la naturaleza.

El estudio señala que el perro es el carnívoro más extendido del planeta y que, pese al proceso de domesticación, todavía conservan el instinto depredador propio de su especie, que debe ser entendido como un mecanismo de supervivencia.

Sin embargo, este instinto tiene su impacto en los ecosistemas, muchos de los cuales no se han adaptado a la presencia de este animal. El estudio presenta el caso ocurrido en Tasmania, donde un único perro acabó con la vida de trece kiwis, un ave en peligro de extinción.

El impacto indirecto de los perros

Bill Bateman, coautor del estudio e investigador en la Escuela de Ciencias Moleculares y de la Vida de Curtin, advierte sobre el impacto negativo indirecto que tienen los desechos de estos animales en el medio ambiente, ya que los ecosistemas no están adaptados para deshacerse de ellos con tanta facilidad. Esto resulta en la contaminación de aguas y el humus, las bases de los medios naturales, con graves consecuencias para la fauna animal y vegetal del lugar.

Este estudio plantea serias preguntas sobre la adopción de animales, pues pese a que el ser humano cuente con 20.000 años de experiencia domesticando a los perros, es ahora cuando se ha mercantilizado la idea de tener una mascota, una que continúa siendo atractiva para muchísimas personas a nivel mundial. Hay que recordar que tener una mascota es una gran responsabilidad.

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