
Ahmed Tommouhi. Fuente: El País
Ser marroquí, en el imaginario colectivo y gracias a los discursos de ciertos sectores políticos que atacan a la inmigración desde el lugar más vil que puedan encontrar, es sinónimo de delincuente.
Ya sea desde el robo o a violencia sexual, en España, esta injusta etiqueta está más que extendida generalizando a toda la población magrebí.
Así ha sido e caso de Ahmed Tommouhi quién fue detenido en 1991 juntó a otro hombre marroquí acusados de ser violadores en serie. Seis años después, un análisis de ADN demostró que eran inocentes pero por un problema legal, permanecieron en la cárcel.
Tras presentar Ahmed un recurso, el Tribunal Supremo sentenció en 2023 que la condena se produjo bajo conocimiento de la existencia de un análisis de semen que los exculpaba.
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Sin indemnización y obligado a pagar los costes judiciales
Tommuhi ha pasado 15 años en la cárcel. Finalmente, este lunes la Audiencia Nacional ha concluido que no es un error judicial evidente, no solo negando al afectado la indemnización que por ley le corresponde, sino que también sancionándolo a pagar los costes del proceso judicial.
«Es inaudito que a una persona inocente que ha pasado 15 años en la cárcel injustamente se le condene a pagar las costas de un juicio. Tommuhi no tiene si quiera medios para vivir, vive porque su familia lo acoge». Ha expresado en La Ventana Braulio García Jaén, periodista de ‘El País’ que lleva años investigando y escribiendo sobre este caso.
Tommuhi entró en la cárcel siendo poseedor de un permiso de residencia y trabajo. A día de hoy, ya no conserva ninguno de los dos, lo que le imposibilita abandonar el país para regresar a Marruecos a ver a su familia.
«Lamentablemente, factores como la nacionalidad o el nombre de la persona que comete el delito influyen en la sentencia, no debería de ser así, pero los prejuicios sociales afectan y esto ocurre. Es lamentable que esto suceda», ha explicado Perfecto Andrés Ibáñez, magistrado emérito de la Sala Segunda del Tribunal Supremo.
El magistrado además ha señalado dónde se encuentra el fallo en la condena de Tommuhi: «La condena se funda sin una prueba después de que la víctima le señale como culpable, la Sudiencia se equivocó otorgándole más importancia a esta prueba que a los análisis científicos».
La víctima reconoció su error tiempo después y aportó su testimonio para tratar de contribuir en el recuso para declarar inocente a Ahmed Tommouhi.
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