El Reino Unido ha cerrado su última central eléctrica alimentada por carbón, marcando el fin de una era de 142 años de dependencia de este combustible fósil. La planta de Ratcliffe-on-Soar, ubicada en el centro de Inglaterra, dejó de operar oficialmente ayer, simbolizando un hito significativo en la transición del país hacia fuentes de energía más limpias y sostenibles.
Historia en la transición energética
La clausura de la planta de Ratcliffe-on-Soar, que comenzó a operar en 1968, representa un punto de inflexión en la historia energética del Reino Unido. Desde la apertura de la primera central eléctrica de carbón en 1882, el país ha dependido en gran medida de este recurso para su producción de electricidad. Sin embargo, en los últimos años, el Reino Unido ha acelerado sus esfuerzos para reducir las emisiones de carbono y combatir el cambio climático.
- 142 años: Duración de la era del carbón en el Reino Unido.
- 1968: Año en que la planta de Ratcliffe-on-Soar comenzó a operar.
- 2024: Año de clausura de la última central de carbón.
- 75%: Porcentaje de países de la OCDE que planean eliminar el carbón de su producción eléctrica en los próximos años.
Impacto y futuro
El cierre de la planta de Ratcliffe-on-Soar no solo reduce significativamente las emisiones de carbono del Reino Unido, sino que también envía un mensaje claro al resto del mundo sobre la urgencia de adoptar fuentes de energía renovables. El gobierno británico ha establecido ambiciosos objetivos para alcanzar la neutralidad de carbono para 2050, y este cierre es un paso crucial hacia esa meta.
Fuente: efeverde.com