Los refugios climáticos son espacios gratuitos donde las personas pueden estar, conversar o simplemente «escapar» del calor sofocante de los meses más calurosos. Pueden ser bibliotecas, parques e incluso centros comerciales.
Barcelona encabeza la iniciativa
La ciudad de Barcelona ha dispuesto una red precursora, en la que existen 227 espacios públicos donde poder refrescarse. El proyecto Urban Innovativative Actions (UIA) además ha convertido once escuelas de la ciudad en refugios climáticos con ambientes con mayor confort térmico. A Barcelona le sigue Bilbao con 130 espacios, entre los que se incluyen algunos recintos privados. Y en otras ciudades la idea es todavía casi un pensamiento.
Pongamos que hablo de Madrid
Parafraseando el título de una canción de Joaquín sabina, vamos a hablaros sobre un refugio climático de la ciudad madrileña que cuenta con un encanto innegable: se trata del Círculo de Bellas Artes de Madrid. Allí no hay que consumir nada, ni pagar por pasar tiempo, ni siquiera inscribirse en ninguna actividad, simplemente puedes pasar un rato para refrescarte o charlar con alguna amiga o amigo.
Los refugios climáticos son una buena opción cuando estás en la ciudad, además de permitirte disfrutar de la arquitectura, el arte o las actividades que allí puedan realizarse.