Sheila Ibañez 
El PP afirma que rechazará la reforma de la Ley de Extranjería por no haber participado en las negociaciones para su elaboración. Las modificaciones de la norma pretenden simplificar y flexibilizar los procesos para la regularización de migrantes en España. Archivo: El Solidario
La reforma de la Ley de Extranjería, impulsada por el Gobierno, se debatirá mañana en el Congreso con la firme oposición del Partido Popular.
La negativa se debe a que el Ejecutivo no negoció la propuesta con la oposición. Esta reforma es crucial para abordar la crisis migratoria en España; especialmente en regiones como Canarias, Ceuta y Melilla, que enfrentan una gran presión por la llegada de inmigrantes.
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El PP y su rechazo a la reforma
El PP ha expresado su negativa a apoyar la reforma debido a la falta de negociación por parte del Gobierno. Según el portavoz del PP, Borja Sémper, el partido está «muy lejos» de apoyar esta propuesta. Critican que el Gobierno ya tiene asegurados los votos necesarios gracias a sus socios parlamentarios. Este condicionamiento excluye al PP de cualquier diálogo significativo.
El PP ha propuesto declarar una emergencia migratoria nacional, no limitada a ciertas regiones; y ha solicitado mayor financiación para las Comunidades Autónomas (CCAA).
La necesidad de una política de Estado
Desde el PP insisten en que el Gobierno debe liderar un plan integral. La estrategia debe involucrar a los presidentes autonómicos para el diseño de una política a largo plazo basada en solidaridad y humanidad.
También, consideran, es imprescindible incluir un control fronterizo más estricto y acuerdos con países de origen. Argumentan que la propuesta del Gobierno no resuelve el problema de fondo y que se requiere un enfoque más estratégico.
El Gobierno y sus socios de investidura
El Gobierno cuenta con el apoyo de sus socios de investidura, como Junts, ERC y Bildu, para sacar adelante la reforma. Este respaldo garantiza que la propuesta se debata en el Congreso, aunque la oposición del PP continúa. La reforma busca hacer obligatorio el reparto de menores inmigrantes entre las CCAA en situaciones de colapso, como la que enfrenta Canarias actualmente.
La reforma de la Ley de Extranjería es una oportunidad para España de demostrar su compromiso con la solidaridad y la humanidad. Aunque el PP mantiene su rechazo, es crucial encontrar un consenso que permita gestionar la inmigración de manera eficaz y humana. La inmigración es un fenómeno que seguirá presente y necesita respuestas integrales y sostenibles.
Fuente: Público
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