María Luisa Abarca Sánchez 
Imagen tomada de tomra.com : El Solidario. La implantación de los SDDR llegará a España en 2026.
España ha dado un paso firme hacia la sostenibilidad con la decisión de implementar el Sistema de Depósito, Devolución y Retorno (SDDR) de envases. Este modelo, vigente en países como Alemania y Noruega, busca combatir la contaminación por plásticos y promover una economía circular más eficiente.
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El Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (MITECO) anunció que el sistema entrará en vigor en noviembre de 2026. Esta decisión se produce tras constatar que en 2023 España solo logró recoger el 41,3% de las botellas de plástico de un solo uso, lejos del objetivo del 70% fijado por la Ley de Residuos.
Con el SDDR, los consumidores podrán recuperar el dinero que pagaron por los envases al devolverlos en máquinas de reciclaje, incentivando así una mayor participación ciudadana y reduciendo el impacto ambiental. l
En Alemania, el SDDR ha permitido alcanzar tasas de reciclaje de botellas de plástico superiores al 90%, gracias a su sistema eficiente que abarca envases de vidrio, plástico y metal. Noruega, otro referente, logró reciclar el 97% de sus botellas de plástico en 2021, demostrando que este modelo puede transformar radicalmente la gestión de residuos y reducir la contaminación.
Denuncias y desafíos en España
Organizaciones como Greenpeace han señalado la ineficacia de Ecoembes, entidad encargada de los contenedores de reciclaje en España. Según Greenpeace, mientras que Ecoembes afirma haber reciclado el 73,4% de las botellas de plástico en 2023, los datos reales apenas alcanzan el 41,3%. Este desfase en las cifras refuerza la necesidad de implementar el SDDR como una solución más transparente y efectiva.
Aunque Ecoembes cuestiona el SDDR, argumentando que ya cumplen con los objetivos, los datos de países como Alemania y Noruega respaldan la viabilidad y los beneficios del sistema.
La implementación del SDDR en España es una oportunidad histórica para avanzar hacia una economía más sostenible. Es fundamental que ciudadanos, empresas y gobiernos colaboren para garantizar su éxito. El cambio climático no espera; actuar ahora es una responsabilidad compartida.
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