Fausto 
El Solidario: Pensiones Feijóo y Puigdemont
El reciente rechazo en el Congreso al decreto de la subida de las pensiones y las ayudas al transporte refleja cómo los intereses políticos pueden anteponerse al bienestar ciudadano.
La negativa de Junts y el PP para apoyar esta medida ha dejado a Pedro Sánchez sin la mayoría necesaria para garantizar un alivio económico a los sectores más vulnerables. Mientras tanto, millones de pensionistas y trabajadores que dependen del transporte público quedan en la incertidumbre.
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El decreto rechazado incluía un aumento en las pensiones, una medida esencial en un contexto de inflación y precariedad económica que afecta principalmente a las personas mayores.
Además, se contemplaban ayudas al transporte público, fundamentales para familias trabajadoras que enfrentan costos de vida cada vez más altos. Sin embargo, el bloqueo político de Junts y el PP priorizó estrategias partidistas sobre las necesidades urgentes de los ciudadanos.
Política por encina del bien ciudadano
El trasfondo de esta decisión está marcado por la incapacidad de Santos Cerdán, del PSOE, para alcanzar un acuerdo con Carles Puigdemont. Junts decidió mantener su postura de confrontación, dejando al gobierno progresista sin margen de maniobra. Por su parte, el PP, fiel a su estrategia de oposición frontal, reafirmó su negativa sin ofrecer alternativas claras para los más afectados.
El impacto de esta decisión no se limita al ámbito político; afecta directamente a millones de ciudadanos que dependen de estas medidas para llevar una vida digna. Mientras el debate político se centra en estrategias y rivalidades, los pensionistas y las familias trabajadoras sufren las consecuencias. Las políticas sociales no deberían ser moneda de cambio en juegos políticos; su objetivo debe ser el bienestar colectivo, sin importar las diferencias partidistas.
Un llamado a la responsabilidad política
En un momento de polarización e incertidumbre política, la responsabilidad de los líderes políticos debería centrarse en proteger a los más vulnerables. Tanto Junts como el PP han demostrado que su agenda está lejos de priorizar el bienestar ciudadano. Urge que el debate político en España recupere el enfoque en la justicia social, dejando de lado intereses partidistas que solo perpetúan las desigualdades.
La sociedad necesita representantes que entiendan que gobernar es anteponer el bienestar del pueblo a las ambiciones políticas. La historia no será indulgente con quienes, por cálculo electoral, decidieron abandonar a quienes más lo necesitan.
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