Nicușor Dan derrota a la ultraderecha y consolida el rumbo europeísta de Rumanía
Delismar González Tortolero 
El centrista Nicușor Dan, actual alcalde de Bucarest, ha ganado la segunda vuelta de las elecciones presidenciales de Rumanía con un 54,2 % de los votos
El centrista Nicușor Dan, actual alcalde de Bucarest, ha ganado la segunda vuelta de las elecciones presidenciales de Rumanía con un 54,2 % de los votos, superando al ultraderechista George Simion, quien obtuvo un 45,7 %. Esta elección, celebrada el 18 de mayo de 2025, fue una repetición de los comicios de noviembre de 2024, anulados por el Tribunal Constitucional debido a sospechas de injerencia rusa a favor del candidato prorruso Călin Georgescu.
La victoria de Dan refuerza el compromiso de Rumanía con la Unión Europea y la OTAN, en un contexto de creciente tensión geopolítica en la región.
La jornada electoral registró una participación cercana al 65 %, impulsada por la preocupación ciudadana ante la posibilidad de un giro hacia el nacionalismo extremo. Dan, conocido por su activismo cívico y su defensa de la transparencia institucional, capitalizó el voto urbano y de la diáspora, mientras que Simion obtuvo mayor respaldo en zonas rurales y entre sectores conservadores.
El proceso electoral estuvo precedido por la anulación de la primera vuelta de las elecciones de 2024, en la que Georgescu había sorprendido al liderar los resultados. El Tribunal Constitucional justificó la anulación por la existencia de una campaña de desinformación masiva en redes sociales, atribuida a intereses rusos, que distorsionó la voluntad popular.
Durante la campaña, Dan enfatizó su compromiso con la lucha contra la corrupción, la modernización del Estado y el fortalecimiento de las alianzas internacionales. Su programa incluye propuestas para la despolitización de las instituciones, la reforma del sistema educativo y el aumento del gasto en defensa hasta el 3,5 % del PIB para 2030, en línea con los compromisos de la OTAN.
A pesar de su derrota, Simion se autoproclamó ganador y denunció sin pruebas un supuesto fraude electoral, lo que ha sido rechazado por las autoridades.
La elección de Nicușor Dan como presidente de Rumanía representa una reafirmación del compromiso del país con los valores democráticos y su integración en las estructuras europeas y atlánticas. En un momento en que la influencia de actores externos amenaza la estabilidad de la región, la victoria de Dan envía un mensaje claro de resistencia frente al populismo y la injerencia extranjera.
Sin embargo, el nuevo presidente enfrentará el desafío de superar la polarización interna y de implementar reformas que fortalezcan la confianza ciudadana en las instituciones
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