
Archivo/ELSOLIDARIO.Manifestación en Madrid.
Desde diciembre de 2024, la preocupación por la vivienda ha ido en aumento, reflejando las dificultades que enfrentan muchos ciudadanos para acceder a una vivienda digna y asequible. Las recientes manifestaciones en todo el país han puesto de relieve esta problemática, que afecta especialmente a los jóvenes y a las familias de ingresos medios y bajos.
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Desigualdades y falta de acción política
Además de la vivienda, el CIS destaca un aumento en la preocupación por las desigualdades sociales y el mal funcionamiento de la clase política. Los ciudadanos perciben una falta de respuesta efectiva por parte de los partidos tradicionales. Lo que contribuye al crecimiento de opciones políticas que prometen soluciones rápidas, aunque a menudo simplistas.
La actual crisis de vivienda recuerda a la vivida tras el estallido de la burbuja inmobiliaria en 2008. Entonces, la falta de regulación y la especulación llevaron a una crisis económica profunda. Hoy, la falta de políticas públicas efectivas y la priorización de intereses económicos sobre el bienestar ciudadano amenazan con repetir la historia.
Recordemos que el derecho a una vivienda digna es fundamental para una sociedad justa y cohesionada. Es imperativo que los responsables políticos actúen con decisión, priorizando el bienestar de la ciudadanía sobre los intereses económicos. Solo así se podrá garantizar un futuro en el que todos tengan acceso a un hogar seguro y asequible.
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