
Archivo: El Solidario. La bordadora socialista Francisca Vega
Es precioso y da sentido a este vivir tan falto, indagar en la historia y descubrir a personas que pusieron su alma al servicio de los más necesitados sin pedir a cambio más que un poco de cariño y respeto. Gracias a la investigación de Manuel Albisas Albéndiz, creador del libro que recoge la biografía de Francisca Vega Roca, podemos descubrir a una bordadora y oradora excelente, que no dudó en recorrer los caminos que se enfrentan a la violencia y a la tiranía fascista con sus preciosos bordados y su ironía inteligente.
«La compañera Paca Vega» Nació en 1878 en el barrio de San Miguel de Jerez de la Frontera en el seno de una familia trabajadora, criada de niña por sus abuelos maternos e internada a la muerte de éstos en la Casa de Huérfanas por las Hijas de la Caridad.
Con 21 años emigró a Madrid siendo madre soltera, y allí sobrevivirá con lo único que había aprendido de las monjas: lavar, planchar y coser, y sobre todo, bordar, especialmente, las banderas de las distintas sociedades obreras, grupos femeninos y agrupaciones socialistas, tanto de Madrid como de muchas provincias.
Francisca Vega fue bordadora toda su vida, perteneciendo al Sindicato de la Aguja primero y al Grupo Sindical socialista del Vestido, Tocado y Similares después, pero su fama y su labor como bordadora de banderas, «primorosas obras de arte», se incrementó cuando el 3 de diciembre de 1916 comenzó a publicitarse en El Socialista como «la compañera Paca Vega» que se ofrecía «para la confección y bordado de banderas para Colectividades Socialistas y Obreras a precios sumamente módicos».
Este anuncio apareció semanalmente o quincenalmente en la prensa socialista hasta el 26 de marzo de 1939, dos días antes de la entrada de las tropas franquistas en Madrid.
Además de sus artísticos bordados, Paca Vega fue también una experta oradora feminista y durante más de veinte años llevará por diferentes localidades españolas una conferencia titulada «La emancipación de la mujer debe ser obra de la mujer misma»
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Exiliada durante la dictadura de Primo de Rivera
La actividad política de Francisca no pasó inadvertida en la dictadura de Primo de Ribera y se tuvo que exiliar. Cuando regresó a Madrid en 1932, tras la proclamación de la Segunda República, ya tenía 54 años y su figura había quedado oculta para la Historia.
No así para la represión franquista, que la condenó a 30 años de prisión por el delito de «Adhesión a la Rebelión Militar», aunque fue indultada en 1949 por motivos de enfermedad (tenía entonces 71 años).
La lucha por el bien de los pobres
Francisca Vega Roca falleció en Madrid el 27 de marzo de 1967 cuando estaba residiendo en el Asilo de Ancianos de Carabanchel Bajo llamado «Vista Alegre»; tenía 88 años de edad.
Al final de su vida, en su modestia, no quería que se escribiera sobre su persona y solo pedía para ella «un poco de cariño» después de tantos años de «sufrimientos, de tenacidad, de entusiasmo»; un poco de cariño para los que, como ella «con tanto desinterés peleamos por el bien de los pobres contra los privilegios de los tiranos».
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MUY IMPORTANTE:
Soy Manuel Almisas Albéndiz, autor de la biografía de Francisca Vega Roca.
Veo con extrañeza que no me menciones ni una sola vez, toda vez que todo lo que escribes lo haces gracias a mi trabajo de meses de investigación, imagen incluida.
Seguro que habrá sido un lapsus en la composición del artículo.
Saludos.
Hola Manuel, discúlpame, modifico la entrada y te nombro como es debido. Lo siento.
Gracias por hacer la biografía, me ha encantado saber que existió una mujer así.