Escapar del maltrato no es suficiente, la crisis de vivienda las obliga a regresar. ¿Cómo sobrevivir sin hogar?
También puede interesar: Las izquierdas exigen acción para que la vivienda siga siendo un derecho y no un privilegio
El acceso a una vivienda segura es una de las mayores barreras para las víctimas de violencia de género. Muchas mujeres, tras escapar de relaciones abusivas, se enfrentan a un panorama desolador: alquileres inasumibles y escasez de viviendas sociales. Sin un techo bajo el que sentirse protegidas, muchas se ven obligadas a regresar con sus maltratadores o a vivir en condiciones de extrema precariedad. La crisis habitacional en España está perpetuando el ciclo de violencia y desprotección.
La precariedad habitacional: un maltrato añadido
La falta de opciones habitacionales para las víctimas de violencia de género agrava su vulnerabilidad. “Nos condenan a elegir entre la violencia o la calle”, denuncia una mujer afectada. Las ayudas, insuficientes y lentas, no llegan a tiempo para garantizar una salida digna. Los alquileres disparados y la escasez de pisos protegidos refuerzan el aislamiento que los agresores intentan imponer sobre sus víctimas. Sin recursos suficientes, muchas de ellas quedan atrapadas, sin una red de apoyo que las respalde.
Las instituciones no han logrado paliar esta crisis que afecta especialmente a las mujeres más vulnerables. A pesar de los intentos del gobierno por ofrecer soluciones habitacionales, la realidad es que el sistema actual no cubre las necesidades básicas. “No podemos reconstruir nuestras vidas si no tenemos un lugar seguro”, señala un portavoz de la Fundación Mujeres. La precariedad habitacional se convierte así en una forma más de violencia estructural.
Las políticas públicas, ineficaces y distantes
Las políticas públicas de vivienda han fallado en su misión de proteger a las víctimas de maltrato. Las mujeres no pueden esperar meses o años por una ayuda o por una vivienda social que nunca llega. El sistema de ayudas está lleno de vacíos, y muchas se sienten abandonadas a su suerte. “La falta de una respuesta rápida nos condena a seguir en peligro”, afirman desde asociaciones de apoyo a mujeres. Sin una respuesta estructural y contundente, la violencia se sigue normalizando.
Es urgente reformar el acceso a la vivienda y garantizar que ninguna mujer deba elegir entre el maltrato y la indigencia. La falta de una solución efectiva está perpetuando el sufrimiento de miles de mujeres en España.
¿Qué piensas sobre la falta de acceso a vivienda para víctimas de maltrato? Deja tu comentario y comparte.
Fuente: Infolibre