Comenzó en Mazan, al sur de Francia, el juicio contra un hombre acusado de drogar a su esposa durante casi diez años para que otros hombres la violaran mientras ella permanecía inconsciente. Este proceso, que se prolongará por cuatro meses, se presenta como un caso emblemático sobre los crímenes de sumisión química en el país.
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Un caso brutal
El principal acusado, un jubilado de una compañía eléctrica francesa, admitió haber suministrado potentes tranquilizantes a su esposa sin su conocimiento, y convocar a otros hombres para que la violaran. Un total de 50 hombres también están siendo juzgados por su participación en estos terribles abusos, que fueron registrados en videos que el esposo filmaba y compartía en un sitio de citas que luego fue cerrado.
Este juicio no solo expone la brutalidad de los crímenes cometidos, sino también la complicidad de una sociedad que debe enfrentar su responsabilidad en la protección de las víctimas y el castigo a los agresores.
La víctima, que desconocía los abusos debido al estado inducido por las drogas, y sus hijos, esperan justicia en un caso que ha sacudido profundamente a Francia.
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