El hidrógeno verde emerge como una solución clave para descarbonizar el transporte en Europa. Este vector energético sostenible podría transformar la movilidad terrestre, marítima y aérea; y contribuir significativamente a los objetivos climáticos del continente.
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Hidrógeno verde: Una tecnología con historia y futuro
Aunque el hidrógeno como combustible no es nuevo, su uso en el transporte ha ganado relevancia recientemente. El ingeniero belga Étienne Lenoir inventó el primer motor de hidrógeno en 1863. Sin embrago, solo ahora 160 años después, el hidrógeno renovable está acelerando su implementación como combustible sostenible.
Europa se ha comprometido a ser el primer continente neutro en carbono para 2050. La descarbonización del transporte, responsable de una cuarta parte de las emisiones de CO₂, es crucial para alcanzar este objetivo. La Comisión Europea ha establecido una meta ambiciosa: consumir cinco millones de toneladas de hidrógeno renovable en el sector del transporte para 2030.
Infraestructura y competitividad del hidrógeno
A los precios actuales del combustible, el hidrógeno verde ya es competitivo, especialmente para largas distancias. El consumo de un automóvil en ciudad puede ser de un kilogramo de hidrógeno cada 100 kilómetros, en comparación con seis litros de gasolina.
La expansión de la infraestructura de recarga es vital. Se espera que en seis años haya hidrogeneras en cada ciudad europea y cada 200 kilómetros en las principales carreteras de la UE. En España, la Hoja de Ruta del Hidrógeno del Gobierno establece que para 2030 habrá más de 100 hidrogeneras.
Futuro del hidrógeno en el transporte aéreo
A largo plazo, el sector aéreo será un gran consumidor de hidrógeno verde. En 2050 la aviación representará el 25% de la demanda mundial de hidrógeno. La normativa europea prevé que el porcentaje de combustibles sostenibles en la aviación aumentará del 6% en 2030 al 70% en 2050 .
En resumen, el hidrógeno verde es esencial para descarbonizar todos los modos de transporte y para liderar una movilidad limpia y sostenible. España, con su infraestructura de hidrógeno y el impulso de Enagás, tiene el potencial de convertirse en un hub crucial en Europa.
Fuente: El País