
Archivo AP/ELSOLIDARIO.La llegada al poder de los talibanes ha arrebatado las esperanzas de futuro a muchas mujeres y niñas.
Desde el retorno al poder de los talibanes en agosto de 2021, las mujeres afganas enfrentan restricciones que afectan profundamente su salud mental. Normas como la prohibición de la educación secundaria y universitaria para niñas, códigos de vestimenta estrictos y la segregación de sexos en espacios públicos han limitado sus libertades y oportunidades.
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Encarceladas y silenciadas
Noor, una joven licenciada en Derecho por la Universidad de Herat, soñaba con trabajar en la fiscalía general de Afganistán. Sin embargo, las restricciones actuales la han llevado a una profunda depresión, agravada por la presión familiar para que se case ante la falta de perspectivas laborales. Tras buscar ayuda en el área de salud mental del hospital de Herat, solo recibió medicación que la mantenía sedada, sin abordar las causas subyacentes de su angustia.
La situación de Noor no es aislada. Según un informe de la Misión de Asistencia de Naciones Unidas en Afganistán (UNAMA), el 68% de las mujeres entrevistadas en 33 provincias describen su salud mental como «mala» o «muy mala», atribuyendo su angustia a la eliminación sistemática de las mujeres de la vida pública.
¿Hasta cuándo?
Las estrictas normas impuestas por los talibanes incluyen la obligación de las mujeres de llevar un chador, la segregación de sexos en los lugares de trabajo y la exigencia de ir acompañadas de un familiar varón en viajes de larga distancia. Además, se les prohíbe hablar en voz alta en público y se les ha retirado la mayoría de las oportunidades laborales y libertades sociales, como acudir a parques y baños públicos.
Estas restricciones no solo limitan las oportunidades de las mujeres, sino que también las someten a una constante vigilancia y amenazas por parte de la policía de la moral, lo que incrementa su ansiedad y desesperación. La falta de acceso a una educación adecuada y a servicios de salud mental efectivos agrava aún más la situación.
La situación de las mujeres afganas bajo el régimen talibán es alarmante y la comunidad internacional debe prestar atención a la crisis de salud mental que enfrentan las mujeres afganas bajo el régimen talibán. La eliminación de sus derechos y libertades fundamentales no solo afecta su bienestar individual, sino que también tiene repercusiones negativas en el desarrollo y la estabilidad de toda la sociedad afgana.
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