Una sentencia en Murcia deja a las víctimas de pederastia desprotegidas, marcando un precedente alarmante en la justicia española.
También puede interesar: Familias venezolanas denuncian la tortura y detención injusta de menores y exigen su libertad
La reciente sentencia en Murcia, que condena a dos empresarios por abuso sexual de menores, ha dejado en evidencia una profunda falla en el sistema judicial. Las penas, que muchos consideran irrisorias para la gravedad de los delitos, han generado una fuerte indignación en la opinión pública y entre colectivos de derechos humanos. Las víctimas, niñas vulnerables, han sido prácticamente olvidadas por la justicia que, en lugar de protegerlas, parece haberlas dejado a su suerte.
Un fallo judicial que indigna
Este fallo representa mucho más que un simple juicio; marca un precedente peligroso para futuros casos de abuso infantil. «La sentencia olvida por completo a las menores y perpetúa la impunidad», denuncian desde los colectivos feministas, que no entienden cómo los responsables han recibido castigos tan leves. Las víctimas, en cambio, quedan con el trauma, desprotegidas y sin una justicia real que las ampare.
Esta sentencia no solo pone en riesgo la credibilidad del sistema judicial, sino que también envía un mensaje devastador a otras víctimas: que sus agresores podrían no pagar por el daño causado. Se está creando una peligrosa dinámica en la que los derechos de los culpables parecen pesar más que la protección de las menores afectadas.
Una justicia que retrocede
En lugar de avanzar hacia una justicia que priorice la protección de los más vulnerables, este caso demuestra un retroceso preocupante. Los jueces, al aplicar condenas mínimas, desprotegen a quienes más lo necesitan. «Si la justicia falla, las víctimas quedan expuestas», señalan expertos en derechos humanos, que urgen una reforma en la manera en que se abordan los casos de pederastia.
Este precedente deja en una posición frágil a las víctimas de futuros abusos, que podrían ver cómo sus agresores reciben castigos simbólicos. La sociedad exige una justicia contundente, que no sea indiferente ante el sufrimiento de las víctimas y que priorice la protección de la infancia por encima de todo.
¿Qué opinas sobre esta sentencia? Comparte tu punto de vista y únete al debate en los comentarios.
Fuente: Público