El Papa Francisco ha expulsado a diez miembros del Sodalicio de Vida Cristiana tras graves denuncias de abusos según informó la Conferencia Episcopal Peruana.
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Entre los expulsados se encuentran figuras como Eduardo Regal Villa, exsuperior general; y José Antonio Eguren, exarzobispo de Piura.
Abusos físicos, espirituales y de conciencia
Las denuncias incluyen abusos físicos, espirituales y de conciencia, así como encubrimiento de delitos y mal uso de bienes eclesiásticos. La decisión se tomó tras la investigación realizada por la misión especial del Vaticano.
El Papa Francisco y los obispos del Perú han pedido perdón a las víctimas y exigen justicia y reparación. Sin embargo, José Enrique Escardó Steck, primer denunciante, considera la expulsión como un acto de encubrimiento.
Justicia o estrategia de marketing
Escardó Steck afirmó que esta medida parece más una estrategia de marketing que una verdadera búsqueda de justicia. Asegura que la Iglesia sigue protegiendo al Sodalicio y minimizando el daño causado a las víctimas.
Un debate abierto sobre el papel de la Iglesia
La expulsión de estos miembros ha generado un debate sobre la responsabilidad de la Iglesia en casos de abuso. ¿Es un verdadero paso hacia la justicia o un intento de limpiar su imagen?
Fuente: Infobae