La periodista italiana Cecilia Sala, reconocida por su labor en Il Foglio y su podcast en Chora Media, fue arrestada en Teherán el 19 de diciembre de 2024. Actualmente, se encuentra detenida en la prisión de Evin, conocida por albergar a presos políticos y por sus duras condiciones de reclusión.
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Sala ingresó a Irán con un visado de periodista el 13 de diciembre, enfocada en cubrir las protestas lideradas por mujeres contra el uso obligatorio del hiyab y otros temas de derechos humanos. Su detención se produjo seis días después, bajo acusaciones de violar las leyes de la República Islámica.
Violaciones de derechos humanos
Las condiciones de su encarcelamiento han generado preocupación internacional. Informes indican que Sala duerme en el suelo de una celda iluminada constantemente, sin acceso a mobiliario básico, lo que representa un trato inhumano y degradante.
Su aislamiento es absoluto, ya que ni siquiera tiene interacción con los guardias. La única comida que recibe son dátiles, y no dispone de colchón, por lo que duerme en el suelo sobre una manta. Además, se le ha negado acceso a bienes básicos, como las gafas que le fueron retiradas por el personal de la prisión. Según el diario Corriere della Sera, el trato que recibe Sala es «indigno» y se asemeja al de «presas políticas».
El gobierno italiano ha reaccionado convocando al embajador iraní en Roma, Mohammad Reza Sabouri, para exigir la liberación inmediata de Sala y garantizar sus derechos humanos, incluyendo asistencia consular y condiciones de detención adecuadas.
La detención de Sala coincide con la aprehensión en Italia de Mohammad Abedini, un ciudadano iraní acusado de suministrar componentes de drones al régimen de Teherán. Esta simultaneidad ha suscitado especulaciones sobre un posible intercambio de prisioneros, una táctica que Irán ha empleado anteriormente en su diplomacia internacional.
Las represiones y detenciones
La comunidad internacional y organizaciones de derechos humanos han expresado su alarma ante la situación de Sala, subrayando la importancia de la libertad de prensa y la protección de los periodistas en contextos represivos. La prisión de Evin ha sido escenario de abusos documentados contra detenidos, lo que incrementa la urgencia de una resolución favorable para la periodista italiana.
La detención de Cecilia Sala no solo representa una violación a la libertad de prensa, sino que también refleja las tácticas de represión empleadas por el régimen iraní contra voces críticas.
La detención de periodistas y la brutal represión de manifestaciones en defensa de los derechos civiles son solo algunos ejemplos de un patrón sistemático de abuso en Iran. La prisión de Evin, famosa por su historial de maltrato y torturas a los detenidos, es un símbolo del autoritarismo en Irán, donde las voces críticas son silenciadas a través de la represión y la detención arbitraria. Estos actos no solo afectan a los ciudadanos iraníes, sino que también vulneran principios universales de derechos humanos reconocidos globalmente.
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