
Archivo/ELSOLIDARIO. Varios servicios de emergencia atienden a migrantes recién rescatados de un cayuco.
Mientras los supermercados de Europa rebosan de frutas y verduras frescas, las manos que las recogen permanecen en la sombra. Alrededor de 2,4 millones de personas migrantes trabajan en el sector agrícola europeo bajo condiciones que, más que laborales, rozan lo esclavizante. Así lo denuncia un reciente informe de Oxfam Intermón, que expone cómo se sustenta el sistema agroalimentario del continente a costa de la dignidad y los derechos de miles de trabajadores y trabajadoras migrantes.
El informe “Esenciales pero invisibles y explotados”, elaborado junto al Instituto Universitario de Estudios sobre Migraciones de la Universidad Pontificia Comillas, retrata una realidad brutal: salarios por debajo del mínimo legal, jornadas de hasta 19 horas, ausencia de contratos, acoso laboral y violencia, especialmente hacia mujeres migrantes. En regiones como Huelva o el sur de Italia, muchas trabajadoras cobran hasta un 30% menos que sus compañeros hombres, y la precariedad se vuelve aún más cruel cuando se combina con el machismo y el racismo institucional.
Estos trabajadores, considerados esenciales durante la pandemia, fueron aplaudidos por alimentar al continente cuando todo se paralizó. Sin embargo, hoy siguen siendo tratados como mano de obra desechable, ignorados por políticas laborales justas, desprotegidos por los gobiernos y explotados por empresas que priorizan beneficios a costa de vidas humanas.
Frente a este panorama, es urgente que los Estados miembros de la Unión Europea asuman su responsabilidad y legislen con firmeza para proteger a quienes hacen posible el alimento en nuestras mesas. No es un problema agrícola: es un problema de derechos humanos, de justicia social, de humanidad.
Síguenos en nuestras redes sociales @elsolidariorg / X: @X_ElSolidario y en nuestro canal de Whatsapp El Solidario; Instragam: @elsolidariorg TikTok: @elsolidarionews; Facebook: @ElSolidario
TE PUEDE INTERESAR: