
El Solidario. La muerte del Papa Francisco deja un vacío de poder en la Iglesia Católica, que será aprovechado por los ultraconservadores.
El Papa Francisco generó un debate dentro y fuera de la Iglesia Católica al pronunciarse sobre el feminismo en recientes declaraciones. Mientras algunos aplauden sus gestos de apertura, como permitir que las mujeres voten en el Sínodo de los Obispos, otras voces critican que la institución sigue negando roles de liderazgo igualitario a las mujeres, manteniéndolas excluidas del sacerdocio y de puestos clave de decisión.
El artículo de Público analiza esta contradicción:
- Francisco ha calificado el feminismo como «indispensable» para una sociedad más justa, pero se niega a reformar dogmas que perpetúan la desigualdad de género en la Iglesia.
- Aunque ha nombrado a mujeres en cargos administrativos (como la hermana Nathalie Becquart en el Sínodo), el 80% de los puestos de poder siguen en manos de hombres.
- Grupos católicos feministas como Voices of Faith exigen poder predicar, votar y decidir en igualdad de condiciones.
La teóloga Lucía Ramón señala: «El Papa habla de sinodalidad, pero sin mujeres sacerdotes ni cardenales, la Iglesia sigue siendo un club de hombres«. Datos del Vaticano muestran que las mujeres representan el 60% de los fieles practicantes, pero solo ocupan el 5% de los cargos con influencia real.
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