Fátima Makhoukh 
Archivo/ELSOLIDARIO. Foto de la Guardia Civil.
La Policía ha desarticulado una presunta red de trata de personas con fines de matrimonio forzado tras la denuncia de una menor.
La Unidad de Atención a la Familia y Mujer (UFAM) de la Policía Nacional en Cádiz detuvo recientemente en Cádiz a un matrimonio acusados de vender a su hija de 14 años un hombre de 22 años, también detenido, por 5.000 euros en octubre de 2021, que quería casarse y convivir con ella.
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La policial dijo en sus informes que la menor, de nacionalidad romana y nacida en Sevilla, acudió a la policía el 3 de diciembre y es en el mismo dia que su familia denunció su desaparición. La investigación reveló que los padres habían negociado su matrimonio con un hombre mayor, contraviniendo las leyes de protección de menores en España. Según la policía, la obligaron a vivir en una furgoneta por más de dos años, a trabajar en un vertedero de basuras y a sufrir abusos físicos y psicológicos.
En su testimonio ante la policía, la menor confesó haber sido agredida sexualmente por un desconocido cuando tenía 12 años, facilitado por su padre. La familia de la víctima denunció su desaparición y la policía comenzó a buscar a los autores. El padre fue detenido, mientras que la madre y la hermana menor fueron puestas en libertad con cargos.
El caso es investigado por el Juzgado de Instrucción de Cádiz, con la intervención de la Fiscalía de Menores y la fiscalía provincial. Los implicados enfrentan graves acusaciones y posibles penas severas.
Matrimonios forzados y explotación infantil
La intervención evidencia la creciente preocupación por la explotación infantil, un fenómeno que va desde el trabajo forzado hasta matrimonios arreglados. Este caso pone en evidencia las brechas en la protección de niños en situaciones de vulnerabilidad.
El matrimonio infantil, aunque ilegal en España, sigue siendo una realidad oculta en algunas comunidades. Estas prácticas representan una grave violación de los derechos de los niños, privándolos de su educación y exponiéndolos a abusos físicos y psicológicos.
Las fuerzas de seguridad están redoblando esfuerzos para detectar y prevenir estos casos, trabajando en colaboración con organizaciones de derechos humanos. Sin embargo, la explotación infantil no se limita a matrimonios forzados, ya que también incluye formas de trabajo esclavo y tráfico de menores, desafíos persistentes en el ámbito global.
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