Numerosas personas, entre ellas menores, han resultado heridas este jueves pasado por parte de las Fuerzas Armadas rusas contra una ciudad portuario del sur de Ucrania. En un claro desafío a las presiones energéticas de Moscú, el Gobierno de Austria aseguró este jueves que no cederá al «chantaje» ruso tras el reciente anuncio de cortes en el suministro de gas hacia Europa.
La medida, atribuida a las crecientes tensiones entre Rusia y los países occidentales por la guerra en Ucrania, ha encendido las alarmas en el continente ante la posibilidad de un invierno marcado por la crisis energética.
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El canciller austriaco, Karl Nehammer, declaró que Austria está tomando medidas para garantizar el abastecimiento interno, diversificando sus fuentes de energía y fortaleciendo sus reservas estratégicas. La seguridad energética de nuestra nación está garantizada gracias a la cooperación europea y nuestros esfuerzos para reducir la dependencia del gas ruso.
Actualmente, Austria sigue siendo uno de los países más dependientes de los recursos energéticos de Rusia, aunque ha reducido significativamente sus importaciones desde el inicio del conflicto.
Esta postura firme de Austria se suma a las de otros países de la Unión Europea, que han intensificado las sanciones contra Moscú y buscan acelerar su transición hacia energías renovables y proveedores alternativos. Sin embargo, expertos advierten que el corte de gas por parte de Rusia podría incrementar los costos energéticos y profundizar las divisiones políticas en Europa.
Mientras tanto, la situación en Ucrania continúa agravándose, con nuevas ofensivas militares y llamados internacionales para un alto el fuego que permita aliviar la crisis humanitaria.
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