Rebecca Cheptegei, atleta olímpica, lucha por su vida tras ser quemada con gasolina por su novio en un ataque brutal, ¿quién protegerá a las mujeres?
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Rebecca Cheptegei, atleta olímpica de Uganda, lucha por su vida tras sufrir un ataque brutal a manos de su novio, Dickson Ndiema, en su casa en Kenia. El 1 de septiembre, tras una discusión, Ndiema la roció con gasolina y le prendió fuego. La deportista, de 33 años, que compitió en el maratón de los Juegos Olímpicos de París 2024, sufrió quemaduras en el 75% de su cuerpo y permanece en estado crítico.
«Se escuchó una fuerte pelea antes del ataque», explicó Jeremiah ole Kosiom, comandante de policía del condado. La agresión, que tuvo lugar en la residencia de Cheptegei, fue presenciada por vecinos que acudieron en su auxilio, logrando trasladar a ambos heridos al hospital Moi Teaching and Referral en Eldoret. Las primeras investigaciones indican que la violencia podría haberse originado por una disputa relacionada con la propiedad de la tierra.
Las autoridades sugieren que Ndiema planeó el ataque con premeditación. «Se cree que Ndiema entró en la propiedad cuando Rebecca y sus hijos estaban en la iglesia», agregó Kosiom. Al regresar, Cheptegei fue sorprendida por su pareja, quien había comprado gasolina y la utilizó para prenderle fuego. Ndiema también resultó gravemente herido en el incendio, aunque la prioridad médica es salvar la vida de la atleta.
Un icono del deporte gravemente herido
Cheptegei, reconocida por ganar el oro en el Campeonato Mundial de Montaña y Trail Running de Tailandia en 2022, había establecido su residencia en Trans Nzoia para entrenar y continuar su prometedora carrera. Su participación en los Juegos Olímpicos de París, donde finalizó en la 44ª posición en el maratón, la consolidó como una de las grandes promesas del deporte de Uganda.
La comunidad deportiva internacional está conmocionada, siguiendo de cerca su evolución médica. Mientras tanto, organizaciones y colectivos han denunciado la falta de protección para las atletas, que siguen siendo vulnerables a la violencia de género, incluso en lo más alto de sus carreras deportivas.
Este caso ha reavivado el debate sobre la violencia de género, subrayando que ni siquiera el éxito deportivo protege a las mujeres de la brutalidad. El deporte, como otros sectores, no está exento de esta pandemia de violencia. Es necesario alzar la voz para exigir justicia y asegurar la protección de las mujeres en todos los ámbitos de la sociedad.
Este trágico suceso nos recuerda lo vulnerables que pueden ser las atletas, incluso después de alcanzar el éxito. ¿Qué crees que debería hacerse para protegerlas mejor? Déjanos tu comentario y comparte tu opinión.
Fuente: La Vanguardia.