Ane Lindane denuncia públicamente la violencia digital que sufre, pero la policía le responde con censura. ¿Por qué no protegen a las víctimas?
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La humorista y activista feminista Ane Lindane ha sufrido durante años acoso y amenazas en redes sociales debido a su trabajo. Recientemente, decidió denunciar públicamente a uno de sus agresores, José Alejandro López Guzmán, compartiendo audios y la identidad del hombre que la había amenazado. Su valiente denuncia se volvió viral, generando un fuerte debate sobre la violencia digital que enfrentan muchas mujeres en internet. Sin embargo, la reacción de las autoridades fue inesperada: en lugar de protegerla, la policía la denunció bajo la Ley Mordaza.
La violencia digital como herramienta del patriarcado: Ane Lindane se defiende con humor
Lindane ha señalado que utiliza el humor como una herramienta para resistir a la violencia, haciendo que los agresores pierdan poder. “El miedo ha cambiado de bando porque yo río, mientras él está muerto de miedo”, afirmó. Para ella, exponer públicamente a los agresores es una forma de revertir el anonimato que les otorga impunidad en las redes. A pesar del apoyo recibido de sus seguidores y de la comunidad feminista, la lucha en redes es agotadora.
Lindane también critica la falta de organización del movimiento feminista y de izquierda en los espacios digitales. Mientras que los agresores están organizados y atacan de manera sistemática, las respuestas colectivas para combatir el machismo digital suelen ser desarticuladas. «Nos exponen y nos usan para alimentar el odio. A la izquierda y al feminismo nos cuesta percibir las agresiones en redes como agresiones reales», comentó.
Indefensión y censura: la respuesta institucional ante la violencia digital
La denuncia de Ane Lindane contra su agresor fue solo el primer paso. Cuando presentó la denuncia ante la policía, su objetivo era dejar constancia de las amenazas que había recibido. Sin embargo, su desconfianza hacia la acción policial quedó confirmada. “Me atendió un policía que casi no sabía lo que era X”, relató con frustración. Peor aún, tras sus críticas públicas hacia la policía, el sindicato ESAN solicitó que se le aplicara la Ley Mordaza, acusándola de faltar al respeto.
A pesar de esta censura institucional, Lindane insiste en la importancia de exponer a los agresores y empoderar a otras mujeres para que respondan ante la violencia digital. “Quiero que el miedo cambie de bando”, enfatizó, convencida de que es necesario seguir luchando para que la violencia en redes sea tomada en serio por la sociedad y las autoridades.
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Fuente: El Salto
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