El virus del Nilo ha desatado el pánico en Sevilla, con dos muertes y nueve hospitalizaciones recientes.
Este brote afecta a 13 municipios, poniendo en riesgo a 354,000 personas. La comunidad científica lleva años alertando sobre este peligro, pero las autoridades no han tomado medidas adecuadas.
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El virus del Nilo y su impacto
El virus del Nilo Occidental es transmitido por mosquitos, y sus brotes se intensifican en primavera. Los expertos en mosquitos han advertido desde 2011 sobre la necesidad de estrategias para contrarrestar la expansión de los mosquitos.
A pesar de las advertencias, la Junta de Andalucía y la Diputación de Sevilla no han implementado medidas efectivas. Los tratamientos larvicidas, esenciales para controlar la población de mosquitos, no se han aplicado consistentemente en los últimos años. Esta negligencia ha llevado a una situación crítica.
Clamor popular por medidas urgentes
Los vecinos de los municipios afectados han tomado las calles para exigir acciones inmediatas. Más de 300 personas se han manifestado pidiendo a la Junta de Andalucía que tome acciones efectivas para proteger a la población. La plataforma ciudadana Lucha contra Virus Nilo ha ganado apoyo masivo en las redes sociales.
Los testimonios de los afectados son desgarradores. Raquel Herrera, vecina de Puebla del Río, describe su pueblo como un “pueblo fantasma” desde que el brote comenzó. Juan José Sánchez, presidente de la plataforma ciudadana, señala que “esto es una ruleta rusa” y que las autoridades no están siendo transparentes con la información sobre los casos.
La respuesta de las autoridades
Ante la presión pública, la Diputación de Sevilla ha contratado a empresas para realizar fumigaciones. Sin embargo, estas medidas llegan tarde y no atacan la raíz del problema: las larvas de los mosquitos. Gonzalo Domínguez, diputado de servicios públicos, argumenta que este es un problema de salud pública que debería ser gestionado por la Junta de Andalucía.
La situación en Sevilla requiere una respuesta integral y coordinada entre las diferentes administraciones. Los tratamientos larvicidas deben ser una prioridad para evitar futuros brotes. Además, es crucial que se mejore la comunicación y la transparencia hacia la ciudadanía.
El brote del virus del Nilo en Sevilla pone de manifiesto la necesidad urgente de medidas efectivas y coordinadas para proteger a la población. La inacción y la falta de planificación han llevado a una crisis que podría haberse evitado. Es momento de que las autoridades actúen con responsabilidad y prioricen la salud pública.
Fuente: El País